Es en las hostilidades cuando más se necesitan los servicios de asistencia de salud, pero ése es también su momento de mayor vulnerabilidad a los ataques. Los médicos y los enfermeros, los choferes de ambulancia y los paramédicos, los hospitales y los centros de salud, e incluso los heridos y enfermos: todos son afectados por ataques.
 
Esta violencia puede alterar el funcionamiento del sistema de salud cuando las personas más lo necesitan. Los combatientes y los civiles mueren solamente porque se les impide recibir a tiempo la atención médica que requieren. Comunidades enteras quedan sin servicios vitales, como la atención de maternidad, la pediatría y la vacunación. A veces, las perturbaciones son tan graves que causan el colapso del sistema entero.
 
La violencia contra el personal y las instalaciones de salud y los vehículos sanitarios es, por consiguiente, una cuestión humanitaria con efectos generalizados y de largo plazo. Debemos encarar este problema juntos.
 
A través de sus actividades de investigación y su labor sobre el terreno, el CICR ha identificado una serie de cuestiones que exigen una atención particular, como la vulnerabilidad de las instalaciones de salud a los ataques y saqueos, el número de los ataques contra prestadores de asistencia de salud locales (que representan más del 90% de los incidentes registrados por el CICR) y las frecuentes violaciones de los principios éticos del personal médico, en particular la confidencialidad médica y la no discriminación entre pacientes.
 
El proyecto Asistencia de salud en peligro ha identificado seis ámbitos en los cuales todas las partes interesadas deben priorizar la traducción de los compromisos en acciones concretas. Para cada uno de esos ámbitos, el proyecto Asistencia de salud en peligro ha elaborado una serie de recomendaciones y medidas prácticas, que son resultado de un proceso de dos años de duración durante el cual se celebraron consultas y diálogos con muchos grupos e individuos distintos: gobiernos, fuerzas armadas, grupos armados, asociaciones profesionales internacionales, trabajadores de la salud, organizaciones humanitarias, grupos de la sociedad civil, líderes religiosos y muchos más. Su objetivo es generar respeto por el derecho internacional humanitario, por la acción humanitaria basada en principios y por el trabajo de los servicios de asistencia de salud, que salva vidas.
 
Mediante la implementación de las recomendaciones y medidas del proyecto Asistencia de salud en peligro, los países pueden mejorar la protección del personal y sus instalaciones, de los vehículos sanitarios, ayudar a reforzar la resiliencia de su sistema nacional de salud y fortalecer la seguridad del acceso a la atención médica y de la prestación de asistencia de salud imparcial y efectiva, en particular durante conflictos armados u otras situaciones de emergencia.