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A la trayectoria de Cristian Rodríguez se suma una nueva responsabilidad: el pasado 29 de diciembre fue nombrado director de Cruz Roja Juventud (CRJ) en la provincia de A Coruña, un puesto también voluntario en el que deberá coordinar las actividades que se desarrollan en cada asamblea de la provincia. No son pocas: promoción del éxito escolar y meriendas saludables para menores en riesgo de exclusión, talleres en centros educativos sobre drogas, alimentación y salud sexual, animación hospitalaria, participación infantil y juvenil, campamentos y campañas de concienciación. Hablamos con Cristian Rodríguez sobre los retos de la Organización.
Año nuevo, proyecto nuevo. Acabas de ser elegido por los voluntarios y voluntarias como director provincial de CRJ. ¿Cuáles son tus retos en esta nueva etapa?
Mi función será coordinar y apoyar al voluntariado en las asambleas para sacar adelante los proyectos que queramos desarrollar. Como reto, nos han propuesto desarrollar un proyecto de medio ambiente a nivel provincial y creo que es importante, pues es uno de los sectores en los que hay más necesidad. Personalmente, tengo mucho interés en promocionar PINEO, nuestro proyecto de participación infantil y juvenil destinado a chavales de entre 8 y 17 años. Este proyecto es importante porque es la vía de entrada de los jóvenes al voluntariado, donde aprenden a organizarse y conocen el trabajo de Cruz Roja; cuando cumplen 18 años eligen en qué proyecto quieren ser voluntarios: en socorros, en las campañas de alimentos, con personas mayores, en CRJ con la infancia...
¿Un menor de edad puede ser voluntario?
Según la nueva Ley de Voluntariado, una persona puede ser voluntaria a partir de los 12 años, en Cruz Roja puede serlo a partir de los 16 con el permiso del tutor legal, siempre que la asamblea local y el resto del voluntariado pueda asumir esa responsabilidad. Hay muchos menores que quieren hacer cosas. Por ejemplo, una de las actividades en las que mejor funcionan como voluntarios son las campañas de concienciación en los días mundiales: les damos información y ellos llevan a cabo las actividades, se responsabilizan de ellas.
Si analizas la situación del voluntariado de CRJ, ¿qué diagnóstico harías?
Hay poco voluntariado, no sabemos si lo que falla es la motivación o el poco tiempo del que disponen. Si están estudiando es difícil compaginarlo con el voluntariado porque muchos se van a ciudades como A Coruña o Santiago o porque cambia con frecuencia su disponibilidad en función de sus prácticas o del trabajo. Ahora bien, los voluntarios que vienen habitualmente a las actividades están muy motivados.
¿Los voluntarios están suficientemente reconocidos?
Creo que sí. Los usuarios de los proyectos agradecen al voluntariado su labor diaria y ese es un gran reconocimiento. En Juventud los intentamos premiar y reconocer a través de los encuentros de CRJ y quienes más se esfuerzan van a los encuentros nacionales. También creo que la experiencia voluntaria es muy valorada por las empresas a la hora de encontrar un trabajo, porque adquieres experiencia y las horas están reconocidas, es uno de los motivos por los que animo a los jóvenes a que se hagan voluntarios. Mi currículum está lleno de horas de voluntariado.
El voluntariado de CRJ no se queda en la actividad en sí, sino que puede participar en la toma de decisiones, por ejemplo, participando en las elecciones para elegir a los órganos de gobierno.
Y a nivel local, el consejo de CRJ de cada asamblea es quien decide qué campañas de las que nos proponen vamos a realizar, valorando con el equipo técnico si se pueden cumplir los objetivos. La verdad es que, aunque llevo 8 años como voluntario, involucrado realmente llevo mucho menos. Recuerdo que en la formación básica que me dieron al entrar me explicaron que como voluntario tengo el derecho de estar informado y también el deber de informarme. Es importante ser proactivo, algo que vas aprendiendo con el tiempo a medida que conoces mejor la Organización.
En los proyectos de CRJ intentáis romper con estereotipos y prejuicios, pero los adultos también los tienen. Por ejemplo, hacia la juventud.
Algunas personas creen que los jóvenes sólo piensan en fiesta y diversión, pero eso no es así, también se preocupan por lo que sucede a su alrededor y por la situación política actual. Quizá les falta información, pero lo cierto es que tratan de involucrarse y por eso es importante facilitar vías de participación.
¿Por qué Cruz Roja?
Llegué cuando era un adolescente por casualidad, porque una amiga me habló de las actividades de medio ambiente y acabé pasando por casi todos los sectores en los que interviene la organización. En Cruz Roja he aprendido que no se puede llegar y hacer, las cosas tienen su proceso y es importante entender ese proceso para que todo salga bien. Además de mis funciones como director provincial, continuaré como voluntario en Boiro, donde me quiero centrar en los talleres que impartimos en los centros educativos. Aquí estoy cómodo, aprendo y puedo enseñar cosas. Cruz Roja es como una familia para mí.
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