Las consecuencias que arrojan dichas cifras son devastadoras para el país. Se calcula que 4.500 niños de menos de 5 años mueren cada año a consecuencia de la falta de acceso a un agua de calidad o a un saneamiento adecuado. La falta de canalizaciones adecuadas también provoca la aparición de numerosos focos de agua estancada, proveyendo el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de la malaria, enfermedad endémica en el país y que provoca la muerte de más de 17.000 personas al año según la Organización Mundial de la Salud.
 
La lucha por mejorar las condiciones de agua, higiene y saneamiento de las poblaciones rurales en Mali es una de las prioridades de Cruz Roja Española en el país. Desde el año 2006 trabajamos en el oeste del país, en la región de Kayes, promoviendo la mejora de las condiciones de vida de la población, a través de la creación de puntos de agua potables para la población, mejorando el saneamiento a través de la construcción de letrinas mejorada y promoviendo la participación comunitaria para fomentar la salubridad del entorno y de sus propios hogares.
 
El trabajo en el sector de la WASH suele tener un enorme impacto en la mejora de la calidad de vida de las personas. En primer lugar permite disminuir el número de fallecimientos por enfermedades hídricas asociadas a la falta de agua o a un entorno insalubre, tales como la diarrea o la malaria. Por otro lado, al disminuir la prevalencia de dichas enfermedades, también permite aumentar el tiempo que los habitantes de dichas poblaciones dedican a otras tareas, disminuyendo el absentismo escolar y laboral de forma considerable. Por último, existe una clara correlación entre diarrea y malnutrición, por lo que la disminución de enfermedades diarreicas, a través de la mejora de la higiene y el acceso a un agua potable, contribuye de forma sustancial a la disminución de la malnutrición infantil, especialmente en el caso de los niños menores de 5 años.
 
Otro de las acciones que lleva a cabo la Cruz Roja Española, en la colaboración con su socio local, la Cruz Roja Maliense, es mejora de las condiciones de agua, higiene y saneamiento en los centros de salud rurales de la región de Kayes. El objetivo es que los usuarios de dichos centros de salud y sus acompañantes, asocien la mejora de su estado de salud con la salubridad y la mejora del acceso al saneamiento y al agua que se lleva a cabo en el centro. En la actualidad, trabajamos en más de 61 centros de salud mejorando las infraestructuras, apoyando la correcta gestión por parte de las Asociaciones de Salud Comunitarias y realizando sesiones de sensibilización para mejorar las prácticas de higiene, tanto de la población que asiste al centro, como la del personal sanitario que trabaja en él.
 
Testimonio de Ibrahim Mustafa, jefe de delegación de CRE en Mali
 
Una de las visiones que más impacta cuando llegas a Mali es la carencia de acceso al agua por parte de la población local. Es común ver, en las zonas rurales de Mali, a mujeres caminando durante varios kilómetros en búsqueda de agua, cargando recipientes de 20, 30 o incluso 50 litros, que una vez rellenados, deben transportar de vuelta a casa. El acceso al agua en las zonas rurales de Mali se realiza en la mayoría de los casos a través de pozos artesanales, realizados por la propia población. En muchas ocasiones, debido a la falta de estudios previos o la realización de los pozos en la época inadecuada, la fuente de agua acaba secándose y la población debe buscar otro pozo del que abastecerse, aumentando la presión ejercida sobre la capa freática del acuífero, y poniendo en peligro la capacidad de regeneración de dicho pozo (sobrexplotación).
 
Es por ello que el trabajo de Cruz Roja Española en este ámbito es fundamental. Desde hace más de diez años, se realizan acciones que permiten a las poblaciones beber agua de calidad, realizando pozos perforados funcionales, y a una profundidad determinada por estudios geofísicos, asegurando la viabilidad de los mismos.
 
Otro de los problemas recurrentes en Mali es la insalubridad de las poblaciones rurales, donde los residuos se acumulan sin fin y la población no tiene acceso a unas condiciones de saneamiento adecuadas. Este problema es aún más acuciante en las zonas auríferas del oeste del país, donde una enorme cantidad de población no residente y procedente de otras regiones, se instala de forma temporal en algunos pueblos para llevar a cabo la extracción de oro artesanal.
 
Es por ello que Cruz Roja Española trabaja desde hace más de 10 años en el círculo de Kénieba, en la región Kayes, zona aurífera por excelencia del país. El trabajo que llevamos a cabo se apoya en una técnica de movilización comunitaria denominada PHAST (Participatory Hygiene And Sanitation Transformation) y que consiste, a través de siete etapas diferenciadas, en implicar a la población en la mejora de sus propias condiciones de salubridad, higiene y saneamiento. De forma resumida, la metodología podría resumirse de la siguiente manera: el primer lugar, se debe identificar el problema que sufre la comunidad de forma participativa, realizando circuitos por el propio pueblo acompañados por un facilitador especializado en la técnica PHAST. Posteriormente se hace un análisis del problema o los problemas detectados, y se plantean las posibles soluciones que puedan ser llevadas a cabo por la propia población. Una vez elegida la solución, se realiza un Plan de Acción, donde se definen los roles de cada uno, y donde cada miembro de la comunidad juega un rol importante. Por último, se establecen comités de seguimiento formados por la propia población, encargados de realizar el monitoreo y la supervisión del Plan de Acción.
 
Aunque es una metodología que exige tiempo (al menos 6 meses) y constancia en el trabajo y en las reuniones que se llevan a cabo, sus frutos suelen ser muy efectivos y duraderos, consiguiendo mejorar las condiciones de saneamiento e higiene de las poblaciones, y por tanto, aumentando así su calidad de vida.