El pulmón verde de Valencia cuenta por segundo verano consecutivo con la presencia del voluntariado de Cruz Roja Española. Su labor contribuye en la protección y mantenimiento de uno de los parques naturales periurbanos más importantes de Europa. “La sociedad tiene una pérdida de valores, por lo que, participar en este proyecto y conocer a otras personas con esas mismas inquietudes, ayuda a recuperarlos”. Enrique, voluntario de Cruz Roja, es uno de los más de 400 puestos de acción voluntaria que durante los fines de semana de mayor riesgo de incendios (de julio a septiembre) dedica su tiempo a esta labor medioambiental.
 
Durante el verano pasado Cruz Roja Española detectó un total de 485 incidencias en el bosque de la Devesa, en el entorno del Parque Natural de l’Albufera. De ellas, destaca la detección de humo por quema de rastrojos en un entorno próximo pero exterior al paraje, así como nueve emergencias. En cuanto a casos que requieren la solución inmediata por parte de los guardas forestales y el ServiciDevesa-Albufera, la Institución registró un total de 53, la mayoría relacionados con problemas con cierres y cadenas que limitan el tránsito rodado a los espacios protegidos. El voluntariado también solucionó situaciones con un riesgo elevado, como la utilización de camping gas para preparar comida.
 
Para solventar casos urgentes, la organización se coordinó en el 23% de los casos con Policía Local, el 7% con guardas forestales y las demás respuestas recayeron tanto en el voluntariado socioambiental como el de Socorros y Emergencias. Son datos que refuerzan la labor que se viene realizando también este verano.
 
La actividad cuenta en todo momento con la presencia de los guardas forestales del bosque de la Devesa. Óscar es uno de ellos y destaca de los voluntarios su implicación y ganas: “Es una ayuda fundamental para nosotros, especialmente en verano. Son más ojos, ven más cosas y evitan riesgos”. Las incidencias más frecuentes están relacionadas con mantenimiento. La información y geolocalización de defectos en mobiliario, carteles o paneles se produce en numerosas ocasiones, lo que ayuda a las brigadas de mantenimiento a realizar su trabajo de forma más eficaz. Muchas de las notificaciones habituales es la presencia de caravanas, a las que Cruz Roja informa de la prohibición de acampar y cocinar en el paraje.
 
Innovador y diferente. Así califica el proyecto Amparo Pérez, vicepresidenta local de Cruz Roja en Valencia: “Por segundo año consecutivo los voluntarios vigilan a pie y tienen contacto humano directo”. Además de disuadir a los visitantes del Parque Natural sobre comportamientos o acciones adversas para la flora o fauna, el voluntariado recoge su opinión en encuestas que contribuyen a la protección e investigación sobre el entorno.
 
La convivencia de los participantes en l’Albufera genera un clima de gran motivación y satisfacción: “Compartir nuestra pasión por la naturaleza nos ha permitido dar mayor valor a este patrimonio de todos los valencianos”, resume otro de los voluntarios, José Mariano.
 
Ana Gómez.- Cruz Roja Valencia