Le gusta el mar, siempre le ha gustado; pero necesitaba de la ayuda de sus padres para poder adentrarse y disfrutar de las olas. Ahora ya no. Los socorristas de la Cruz Roja se han convertido en sus cómplices; son sus aliados y amigos. Desde que descubrió las sillas adaptadas para el baño Daniel, como bien dice, goza de la libertad en su tan querido mar.
 
El Mediterráneo le ha cautivado, tanto es así que la familia ha decidido trasladarse para veranear aquí. Daniel Serrano, con 27 años, reside en Madrid y tiene una discapacidad de nacimiento, que le impide la movilidad, pero no le afecta para nada a otras capacidades como muestran sus inmensas ganas por aprender y disfrutar de las sensaciones que le brinda la vida.
 
Este joven madrileño se vino a pasar el verano a Castellón y le comentaron que Cruz Roja disponía de un servicio adaptado para el baño de personas con capacidades diferentes. Ya en el mes de agosto, recorriendo la provincia, visitando pueblos con sus padres y hermana, recaló en Xilxes y de allí a Nules; en la playa Les Marines pudo disfrutar por primera vez de un baño en el mar con la silla adaptada. “La sensación de libertad es increíble. Lo recomiendo” y desde ese día Daniel se convirtió en asiduo a una playa que califica de tranquila, “ideal para disfrutar del mar”. Es de los clientes más jóvenes que acuden a lo largo de verano y de inmediato los socorristas entablaron una relación que, al poco se transformó en amistad.
 
Cruz Roja de Castellón fue pionera en introducir el baño adaptado en la península. La primera silla supuso toda una novedad en las playas de Vinaròs, al norte de la provincia, a principios de los años 90. Hoy día es un servicio que se considera imprescindible en cualquier playa. La Cruz Roja, sólo en la Comunidad Valenciana atiende a más de 7.000 personas a lo largo del verano.
 
Para los socorristas es todo un placer poder ayudar a personas, que como Daniel, quieren disfrutar del mar, sentir las olas y mecerse en el agua salada y fresca del mar. “Podemos afirmar que es un servicio a la carta, nos dice José Javier Oliver, responsable de Cruz Roja en las playas de Nules, porque cada persona tiene unas preferencias, unas necesidades y nosotros las respetamos y procuramos satisfacerles”. La solidaridad, unida a la profesionalidad, hace que el servicio de socorrismo y vigilancia de Cruz Roja se transforme en una garantía de seguridad y disfrute.
 
Por Celia Prats - Castellón