La entrega que realizan muchas personas que cuidan de un familiar con dependencia, les lleva en ocasiones a asumir situaciones y riesgos excesivos que poco juegan en favor de su bienestar y del éxito en los cuidados.
A la hora de comprender y tomar una actitud activa ante el autocuidado, debemos tener en cuenta:
- Autocuidarse es cuidar mejor de nuestro familiar.
- El mayor valor y apoyo que tiene nuestro familiar con dependencia son sus cuidadores.
- Nadie mejor que nosotros sabe cómo nos sentimos y qué es lo que nos sucede. Por ello, somos el agente principal de nuestro cuidado.
- Pero no podemos hacerlo en soledad. Cuidarse implica aceptar toda la ayuda que tengamos disponible.
- Delegar tareas y responsabilidades en los cuidados nos ayuda y permite que otros miembros de la familia y amistades se sientan protagonistas del cuidado de un ser querido.
- Si cuidamos a nuestro familiar porque le queremos, cuidémonos a nosotros mismos, ya que también nos queremos.
- Tenemos nuestras limitaciones. Conocerlas y asumirlas nos librará de malos momentos y frustraciones.
- A veces hay que poner límites a los cuidados que prestamos.
- La prevención de enfermedades y la promoción de nuestra salud son armas muy importantes que tenemos en nuestra mano.
Para más información visita:
www.sercuidador.es