Rafael Ginel. Redacción
La Asamblea Local de Binéfar, un pueblo de 9.000 habitantes a 80 kilómetros al suroeste de Huesca, lleva a cabo un original progama de reciclado de aceite usado en jabón natural.
La experiencia se denomina "Reciclando que es gerundio" e intenta que los ciudadanos obtengan jabón de una manera artesanal muy sencilla, según resalta Ernesto Romeu, presidente de la Asamblea Local.
Participar en esta experiencia es muy sencilla. Es preciso que la persona interesada aporte cinco litros de aceite usado. A cambio recibe unos 500 gramos de jabón natural, fabricado por las voluntarias de Cruz Roja, y un kit para fabricar jabón.
"La gente se ha quedado maravillada al ver que con el aceite usado se puede hacer un jabón de tales fragancias y colores" comenta la técnico Pilar Amelló.
Con el kit se adjunta un folleto con los diez pasos necesarios para obtener el jabón. Sin embargo, los primeros jueves de cada mes se imparte una clase práctica sobre cómo elaborarlo. Las profesoras son la técnico de la Asamblea junto a unas ocho voluntarias. La última clase fue el 1 de febrero y acudió una docena de alumnos.
En cada clase se siguen los diez pasos preceptivos, que comienzan con el pesado del jabón, su rallado, una inmersión al baño María y la mezcla con vaselina, fragancias y colorantes naturales. Total, una hora. Luego se deja enfriar en un congelador aproxidamente durante una hora más.
Aparte, las voluntarias de Cruz Roja se encargan de elaborar el jabón base con el aceite usado que van recibiendo de las personas interesadas en participar en el programa. Esta receta tradicional es más laboriosa y delicada pues necesita el empleo de recipientes de cobre grandes y la utilización de productos peligrosos como la sosa cáustica.
El programa ha tenido una aceptación muy buena y desde que comenzó en diciembre de 2006 se han efectuado tres clases.
El proyecto es "hijo" de otro surgido en 2001 que consiste en obtener jabón reciclado del aceite usado en restaurantes y hoteles. Surgió de unas voluntarias mayores que rememoraron la técnica para fabricar jabón que empleaban sus abuelas.
Aquella recuperación de la memoria unió a voluntarias de diversas edades, por eso el programa original se denomina "El reciclar no tiene edad". Este experiencia ha obtenido varios premios nacionales o provinciales y recibe el respaldo decidido de la concejalía de Medio Ambiente de la localidad.
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