Texto: Fernando Cordobés
Foto: Quique Fidalgo
Durante el los días 23, 24 y 25 de marzo ha tenido lugar en San Lorenzo de El Escorial, Madrid, la VI Asamblea General de Cruz Roja Española, su máximo ógano de gobierno. De ella han surgido las líneas de actuación humanitaria, que se regirán bajo un lema preciso -"Cada vez más cerca de las personas"- y la reelección de Juan Manuel Suárez del Toro como presidente para el periodo 2007 - 2011.
En el discurso de presentación de su candidatura, Suárez del Toro enfatizó la necesidad de acercar la institución cada vez más a las personas, para ayudar desde la proximidad y desde la comprensión de una realidad compleja y cambiante.
A pesar de los buenos resultados globales del periodo anterior, el presidente quiso poner distancia para, según sus palabras, evitar la autocomplacencia, y de esta forma seguir reflexionando sobre cómo mejorar en el trabajo y cómo ayudar a las personas vulnerables.
En este sentido lanzó el desafío de pensar sobre un mundo que, en su conjunto, no ha sido capaz de responder a los retos de los objetivos del milenio planteados por Naciones Unidas, ni tan siquiera de acercarse a ellos.
En el caso concreto de España, destacó retos considerables como son la inmigración o la lacra de la violencia de género, que demuestran cómo a pesar del esfuerzo de instituciones, poderes públicos y voluntades diversas, el trabajo no ha concluido y debe continuar mejorando para ofrecer una solución rápida y eficaz.
Una de las novedades más destacadas a las que hizo referencia el presidente, fue el Medio Ambiente. Pero un Medio Ambiente como factor de desarrollo y bienestar, puesto que no es posible entender el progreso en entornos degradados que ponen en riesgo la vida de las personas.
Muchos vocales asistentes a la asamblea se preguntaban cómo integrar este concepto en el trabajo diario de Cruz Roja, pero la magnitud del desafío planetario no deja lugar a dudas: a partir de este momento se convierte en un eje transversal que afecta a todas las acciones institucionales.
Durante el fin de semana, el trabajo de las distintas comisiones fue rápido y eficaz: más incluso que en asambleas anteriores según destacaban algunos de sus componentes. Dos factores han influido en ello: el intenso trabajo previo y la experiencia acumulada, que permite agilizar trámites y discusiones.
La Asamblea reunió a 307 vocales, en representación de toda la red territorial de Cruz Roja Española. Todos los miembros participaron en alguna de las diez comisiones en las que se parceló la totalidad de la labor de la institución.
Fueron las comisiones de captación de fondos, voluntariado y formación, desarrollo local, gestión, intervención social, Medio Ambiente, cooperación internacional, intervención en salud, socorros y difusión de principios.
Las conclusiones de las comisiones, junto al dictamen de la asamblea, son documentos que aprobó el plenario y que marcan las líneas de actuación de Cruz Roja Española para los cuatro próximos años.
En la jornada de clausura se contó con la presencia de Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familia y Discapacidad, quien destacó en su intervención en la ceremonia de clausura la felicitación del gobierno a la labor de Cruz Roja durante el periodo ya concluido así como su apoyo para el que comienza.
En este sentido no quiso pasar por alto algunos de los proyectos puestos en marcha gracias a la colaboración del Ministerio con Cruz Roja, con una inversión de 18 millones de euros, como son los de teleasistencia, la acogida a inmigrantes, la ayuda a domicilio, los centros de Día para personas mayores, con especial énfasis en los enfermos de Alzheimer, el transporte adaptado, las drogodependencias, el sida y casas de acogida para los afectados por esta enfermedad.
Para la Secretaria de Estado, Cruz Roja Española es un referente en la labor humanitaria, así como en la implantación de la cultura de la calidad que debe regir el trabajo de las ONG. En este sentido, señaló la necesidad de incrementar en el sector de las organizaciones solidarias acciones para "mejorar la suficiencia financiera".
A la ceremonia de clausura acudieron asimismo como invitados entre otros Silverio Agea, secretario general de Caritas, Rafael de Lorenzo, secretario de la ONCE, Tatiana Querejeta, de la Fundación CREFAT, Estrella Rodríguez, directora General de Integración de los Inmigrantes y los presidentes de las sociedades nacionales de Cruz Roja de la República Democrática del Congo, Dominique Lutula, y de Bulgaria, Hristo Grigorov.
En su despedida el presidente Suárez del Toro no quiso pasar por alto el agradecimiento a todos los asistentes y personas implicadas en la celebración de la VI Asamblea, y destacó una vez más la trascendencia del voluntariado, su potencial y fuerza que permiten, según sus palabras, afrontar cualquier reto, por difícil que sea, en un mundo cada vez más complejo e interrelacionado.
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