Boletín digital - Nš18 11 de mayo de 2007   digital.cruzroja@cruzroja.es   
 
Seis premiados del mundo humanitario

Los galardonados del entorno de Cruz Roja destacan por su labor contra el sida, en el campo de la salud y en una implicación humanitaria más social


Texto: Víctor Ladrón de Guevara, enviado especial.

De las 17 medallas de oro concedidas en Barcelona, seis han reconocido la labor desarrollada dentro del mundo de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Paulo Rosario das Neves, secretario general de la Cruz Roja de Santo Tomé y Príncipe, recibió la medalla a título personal, sin duda por largos y fructíferos años de colaboración con Cruz Roja Española, que se han materializado en consolidados programas de agua y saneamiento en zonas rurales de ssu país. Esta sociedad nacional cuenta con 250 voluntarios y 400 socios y se encuentra presente en las siete provincias del país, compuesto por dos islas: la de Santo Tomé y la de Príncipe.

Otra de las premiadas fue la Media Luna Roja de Kirguistán, una pequeña pero activa sociedad nacional muy volcada en la prevención de la salud, en particular en cuestiones de sida y tuberculosis. Cuenta con 2.000 voluntarios y 20.000 socios. Su secretaria general, Ravza Shaiahmetova, resaltó los primeros pasos que dan en labores sociales, particularmente en la atención a personas mayores.

El cirujano Snivourast Sramany, presidente de la Cruz Roja de Laos, que fue uno de los presentes que también recibió la medalla a título personal, se mostraba muy contento. La Cruz Roja Laosiana es la entidad encargada de las donaciones de sangre en el país, de 5.500.000 habitantes. Cada año consigue cerca de 9.000 bolsas de sangre y cuenta con un colectivo de hemodonantes que ronda las 11.000 personas.

La Cruz Roja de Laos fue fundada hace 52 años y desde hace siete se halla implantada en las 17 provincias del país, labor para la que ha recibido un decidido impulso de Cruz Roja Española. En la actualidad desarrolla una activa labor preventiva del sida con jóvenes y de canalización de agua potable entre personas vulnerables de las áreas montañosas.

El sida es también una de las grandes batallas que encara la Cruz Roja de Haití. Su presidenta, Patricia Michele Amedee Gedeon, que recogió la medalla a título personal, aportó un dato relevante de su preocupación social: Cruz Roja ha hecho extensiva las medidas preventidas a 100.000 jóvenes y el porcentaje de nuevos infectados ha descendido en veinte puntos porcentuales en los últimos años.

Las otras Cruces Rojas premiadas fueron las de Malaui y Líbano. Sus presidentes respectivos, Andrew Kagwale y Sami el Dahdah, estaban muy satisfechos por recibir la medalla de manos de la infanta Cristina. La de Malaui, fundada en 1967, es una sociedad nacional que además de una amplia panoplia de actividades ligadas a la salud gestiona dos campos de refugiados del ACNUR. Y por su parte la de Líbano, que nació en 1945, tiene una importante presencia en el campo sanitario con 150 ambulancias, 12 clínicas móviles y 48 centros sanitarios.

 
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