Entrevista: Ángel Antúnez, voluntario de San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas
Ángel Antúnez es un conductor de 59 años que lleva colaborando con la oficina local de San José de Tirajana, desde 2001. Su labor la desarrolla con los ERIE, los equipos de emergencias.
Explique su labor en el equipo de emergencias.
Una de mis responsabilidades es dar abrigo y alimento a las personas inmigrantes, así como la reposición de material. También realizo labores como conductor de ambulancias.
¿Siempre ha colaborado en los equipos de socorro o ha desarrollado alguna otra actividad?
Siempre he colaborado en los equipos de Socorros y Emergencias, es lo que más me llena, a nivel personal.
¿Por qué hace voluntariado?
Para ayudar a los que más lo necesitan.
¿Por qué en Cruz Roja?
Pienso que de todas las ONG, Cruz Roja es la que más se adecua a mi forma de ver la vida, también creo que Cruz Roja es sincera y se ve claramente la ayuda que presta en diferentes actividades y proyectos.
¿Qué le reporta el voluntariado?
Satisfacción personal, por aportar mi granito de arena a Cruz Roja Española.
¿Cómo animaría a alguien a que hiciera voluntariado?
Sensibilizando a las personas y mostrando los diversos campos que abarca Cruz Roja.
¿Para qué cree que sirve el voluntariado?
Es la forma de ayudar a las personas de forma altruista.
¿Cambia algo en la sociedad el hecho de que haya voluntarios?
Sin el voluntariado se perderían valores y vidas.
Narre la mejor experiencia que ha vivido como voluntario.
A principios del año 2007, en una misma noche llegaron 7 cayucos a las costas de Gran Canaria, a diferentes puntos de la Isla. Parecía que el trabajo no iba a terminar nunca, pero la necesidad de ayudar me hizo fuerte, a pesar del cansancio. Pensé que ese esfuerzo para ayudar a personas inmigrantes merecía mucho la pena.
Escoja uno de los siete Principios y explíquenos por qué lo elige.
Humanidad. Porque me siento satisfecho con la labor que realizo ayudando y aliviando el sufrimiento de las personas inmigrantes que llegan a nuestras costas, aportando mi granito de arena: ofreciendo té, repartiendo galletas o simplemente con una sonrisa, que les trasmita amistad y seguridad.
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