Boletín digital - Nš35 17 de Diciembre de 2008   digital.cruzroja@cruzroja.es   
 
Luci Hernández, voluntaria en Madrid
 
Luci, cocinando para los niños en una acampada.
Luci, cocinando para los niños en una acampada.


Luci Hernández: "Lo mejor es comprobar que tú también aprendes algo".

¿Por qué decidiste hacerte voluntaria?
Después de una infancia y adolescencia de malos tratos y abusos, he de agradecer el trato de quienes me cuidaban en el cole donde estaba interna, que me enseñaron qué es sentirse querido y me recibían con cariño cuando volvía de pasar un mal fin de semana en casa con las personas que se supone debían ofrecerme un buen entorno. Aun así creo que soy capaz de hacer lo que sea por cada persona que me rodea. Uno de mis lemas es que para ir de fiesta todos están dispuestos, pero cuando uno tiene un problema ¿cuántos se acuerdan de ti? Yo prefiero estar para lo malo más que para lo bueno, por eso decidí hacerme voluntaria; creo que es la mejor forma de devolver todo lo que hizo por mí gente que no me conocía de nada y me lo dio todo.

¿Qué te hizo decidirte por Cruz Roja?
Es una organización que tiene muchos proyectos, para poder dedicarse a lo que más se adapte a cada persona.

¿Por qué elegiste un programa con menores?
Porque pienso que prácticamente la solución a prácticamente todos los problemas empieza en la infancia.

¿En qué consiste tu labor de voluntaria?
Durante el tiempo que estoy con los niños les enseñamos normas, les apoyo con los deberes y hacemos talleres según la edad de los chavales; pero creo que sobre todo les ofrecemos un tiempo para aprender que las normas son buenas para la convivencia; aprenden a ser autosuficientes y a elegir.

Tú eres madre, ¿cómo compaginas las dos cosas?
No es tan complicado cuando cuentas con tu pareja y los hijos ya son adolescentes; además para ellas también es una forma de aprender. Pero creo que tampoco es demasiado difícil disponer de cuatro horas una tarde a la semana.

¿Qué es lo mejor de hacer un voluntariado con niños, lo que más te gusta?
Cuando te ven y vienen todos a besarte y abrazarte, cuando al reprenderles entienden que han actuado mal e intentan cambiar de actitud, y, al hacer la evaluación de la tarde, comprobar que tú también has aprendido algo. Lo que más me llena es verlos sonreír y conseguir borrar la tristeza de sus miradas aunque sea por poco tiempo.

¿Cómo animarías a otros a hacerse voluntarios?
La mejor forma de animar sería que pudieran comprobar cómo con un mínimo de tiempo y esfuerzo puedes llevar una sonrisa a cualquier niño o adulto que realmente necesite esa ayuda para cambiar aquello que les hace sufrir.

 Enlaces


  INTERNET: Primer máster de gestión del
     ciclo de proyectos
  www.cruzroja.es/sembramosvida/
  www.sobremalaria.es
  www.migrar.org

    

    

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