Boletín digital - Nº 49 30 de Abril de 2010   digital.cruzroja@cruzroja.es   
 
Felipe Sánchez, voluntario polifacético y multidisciplinar

Es voluntario desde hace más de nueve años y colabora en diferentes programas de la Institución.
Es voluntario desde hace más de nueve años y colabora en diferentes programas de la Institución.

 
¿Desde cuándo eres voluntario de Cruz Roja Española?
Soy voluntario de Cruz Roja Española desde hace nueve años, aunque llevo colaborando con Cruz Roja algunos años más.
 
¿En qué labores?
Actualmente colaboro en varios programas, pero especialmente los programas que tienen relación con los niños más desfavorecidos o enfermos (estos me llegan muy dentro), 'mis' niños de la cárcel, 'mis' niños oncológicos, 'mis' niños grandes del Alzheimer, 'mis' niños que no tienen nada, pero nos tienen a nosotros...
 
También colaboras en la campaña por Haití...
Sí, porque es ahora cuando necesitan nuestra ayuda. Colaboro en actos para recaudar fondos, para esta gente tan necesitada de solidaridad, a través de actividades de difusión y captación en un gimnasio de Chamartín, en un maratón solidario de fútbol 7, una marcha del patinaje solidario, en un centro cultural de Vicálvaro, en actos que se llevan a cabo en los Centros Penitenciarios, en mi trabajo, un acto del 'mago solidario' (campeón del mundo) 24 horas en el Puerta del Sol, un Baile Activo en la Plaza de España...
 
Resultará especialmente gratificante, ¿verdad?
Es muy bonito ver como hay personas a las que no les importa dedicar su tiempo y sus ganas, para organizar cosas para ayudar a los demás. Cuando están realizando su actividad solidaria, les miras a la cara y se nota su satisfacción, porque en definitiva están haciendo algo fundamental, ayudando a otras personas como ellos que en estos momentos lo están pasando muy mal.
 
Anécdotas miles, supongo
Uff… desde los pequeñines que te meten en la hucha la paguita que le dan sus padres para sus caprichos, diciéndote que son para los niños de Haití, que lo están pasando muy mal y les quieren ayudar; los que pasan y te miran pero siguen su camino, y de pronto se paran y se vuelven para echarte un donativo, como decían ellos, "la caña que nos íbamos a tomar, para los de Haití"; esa persona mayor que busca en el fondo de su bolso un billete doblado en muchas veces, y que se nota que no le sobra, te mira a los ojos y te dice que es para los pobrecitos del terremoto, y lo que es muy reconfortante para nosotros, te sonríe y dice, "es que los de la Cruz Roja sois los primeros que llegáis cuando ocurre algo como este desastre, que orgullosa estoy de vosotros, gracias, porque saber que estáis ahí, me da tranquilidad... si pasa algo sé que siempre vuestra ayuda es segura".
 
 Enlaces


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