El impacto de la crisis socioeconómica ha ocasionado un nuevo perfil de usuario de Cruz Roja: se trata de personas con una situación anterior de 'bienestar', procedentes de contextos socioeconómicos seguros, que con motivo de la crisis han entrado a formar parte de los colectivos atendidos por la organización humanitaria. Pero la crisis también ha agravado la situación de las personas vulnerables que ya participaban en los programas de Intervención Social de Cruz Roja Española. Este escenario ha necesitado de respuestas rápidas, fundamentadas en tres ámbitos: necesidades básicas, empleo y vivienda.
Cruz Roja, además de reforzar los programas habituales de respuesta social y de lucha contra el desempleo y la discriminación en el mercado laboral, desde 2008 está llevado a cabo una serie de respuestas básicas de emergencia, como el apoyo sociosanitario en asentamientos y núcleos deprimidos, los puntos de información sobre empleo gestionados por personas voluntarias, las ayudas económicas de carácter puntual o el reparto de alimentos, ropas, material escolar y enseres.
A lo largo de 2010, Cruz Roja atendió a más de 1.700.000 personas en sus diferentes programas sociales, cifra sensiblemente superior a la del año 2009, en el que se dio respuesta a cerca de 1.400.000 personas. Del total de personas asistidas en 2010, más de 800.000 personas fueron beneficiarias directas de las medidas especiales en relación a la crisis. Una gran mayoría de estos usuarios, casi 700.000 personas, fueron beneficiarios del programa de reparto de alimentos. La previsión para 2011 es que tanto en los proyectos generales de Intervención Social como en el programa de reparto de alimentos crezca el número de beneficiarios en más de un 20 por ciento, y superar así los dos millones de personas. Así, por ejemplo, más de 900.000 personas accederán a los alimentos distribuidos por Cruz Roja, con un coste de 37 millones de euros.
El incremento de la respuesta de Cruz Roja frente a la crisis es posible gracias a la contribución de entidades públicas y privadas y a los donantes. Pero, sobretodo, a los socios y voluntarios que apoyan día a día el trabajo de la organización.
La acción de Cruz Roja no se limita a ofrecer respuestas para mitigar el impacto de las demandas sociales emergentes por la crisis, sino que también incluye la participación en procesos de interlocución con las administraciones públicas y los agentes sociales y la presentación de propuestas en la construcción y reforma de políticas sociales y de empleo, con el acento puesto en la defensa de los derechos de los sectores en mayor desventaja social.
