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María Rosa es voluntaria desde el año 2008, cuando se animó a participar en el Centro de Día Infantil de Tirso de Molina Desde entonces, se siente muy vinculada a Cruz Roja y hace unos meses, decidió dar un paso más y cambiar de colectivo.
Ahora, ha cambiado el distrito Centro por Carabanchel y los menores por las mujeres víctimas de violencia de género.
Por toda su actividad y trayectoria voluntaria, María Rosa ha sido galardonada con el Premio Nacional de Juventud de laFundación Síndrome de Down, del que se siente muy orgullosa.
¿Por qué decidiste hacerte voluntaria y trabajar con menores?
Me gustan mucho los niños, sobre todos los que tienen alrededor de 4-5 años. Me encanta escucharles y sacarles una sonrisa. A veces lo echo un poco de menos.
Ahora estás centrada en el trabajo al lado de mujeres víctimas de violencia de género...
Sí. Me gusta mucho la labor que hago aquí, porque está muy ligada a mi actividad profesional, como administrativa en
Aquí me encargo de escanear los documentos de los expedientes, hago seguimiento del inventario de los terminales telefónicos, realizo fotocopias...Ħen fin me siento una más del equipo, donde me tratan fenomenal
¿Qué es lo que más te gusta de tu actividad voluntaria?
Todo. Me lo paso muy bien y además sé que estamos haciendo una labor muy importante para mujeres que necesitan ayuda. Me encanta ser voluntaria. Se lo recomiendo a todo el mundo.
Te acaban de galardonar con el Premio Nacional de Juventud de la Fundación Síndrome de Down...
Sí, mi familia y yo estamos muy contentos. No me lo esperaba en absoluto... me ha dado mucha alegría este reconocimiento. Y además, estuve acompañada por varias personas de Cruz Roja, como Dormi, con quien coincidí en el Centro de Día Infantil de Tirso de Molina. Ha sido un momento muy especial para mi.
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