Con motivo de la vuelta de vacaciones, desde hace algunos años se ha comenzado a hablar del sindrome postvacacional que se manifiesta, sobre todo, a finales del mes de agosto y principios de septiembre.. Es el sindrome postvacional, y se manifiesta con síntomas de malestar, dolor de cabeza o de estómago, trastornos del sueño, inapetencia o tristeza. "Cuando volvemos de vacaciones nos tenemos que enfrentar de nuevo a la realidad, la vuelta a la rutina que no deja de ser un proceso de adaptación pero que en este caso no funciona bien, pues genera molestias y estas molestias son las que se llaman sindrome postvacacional". declara Maria Cacho, Psicóloga de Cruz Roja Española en Madrid.
 
Las consecuencias del sindrome, se pueden llegar a reducir con prevención. Existen pequeños trucos que se pueden aplicar para que el regreso sea lo más llevadero posible. Estos trucos se pueden aplicar incluso antes de comenzar las vacaciones, como por ejemplo no dejarse asuntos importantes sin cerrar o dividirse la vacaciones en periodos más cortos.
 
"Nos puede ayudar que a la vuelta, cuando nos tengamos que incorporar al trabajo, podamos pensar que todavía nos quedan unos díítas, unas semans de vaciones y que nos puede ayudar a que la incorparación sea un poco más llevadera" Cada año, cientos de miles de personas se ven separadas de sus seres queridos en las situaciones antes mencionadas", explica Maria Cacho. "Durante las vaciones, también es recomendable seguir unos horarios que mantengan cierta rutina, porque luego nos resulta complicado volver a adaptarse a los horarios habituales" añadió la psicologa de Cruz Roja.
 
Una buenas manera de afrontar el final de la vacaciones es adelantar el regreso para no encontrarse de golpe con la realidad, en definitiva, suavizar la diferencia entre el periodo vacacional y el período laboral o de estudios. Es importante señalar que con el fin de las vacaciones, es recomendable seguir haciendo planes o escapadas para adaptarnos a nuestra vida cotidiana de la mejor manera posible.