En el actual contexto de crisis socioeconómica, las personas mayores constituyen uno de los colectivos más vulnerables. En muchos casos, han pasado a ser el principal soporte económico y emocional de sus familias: asumen el pago de hipotecas, la alimentación de los hijos y nietos, el pago de facturas de materiales escolares, ropa, comedores... Los abuelos han vuelto a ser padres, en muchos sentidos. Según el Consejo Económico y Social (CES), más de 420.000 hogares viven gracias a la pensión de los abuelos, de un total de 17 millones de hogares.
 
"La situación se complica para las las personas mayores que atiende Cruz Roja, unas 300.000 personas actualmente", según recalca Begoña Dorado del águila, responsable del Programa de Personas Mayores de Cruz Roja Española. Un 12 por ciento de ellos tiene familia numerosa a cargo, el 50 por ciento tiene personas dependientes, con ingresos cada vez más bajos (menos de 500 euros al mes para el 20 por ciento) y con problemas de salud (un 16% presenta serios problemas relacionados con enfermedades graves o dependencia).
 
Ahora + que nunca
 
Por estos motivos, el grupo de mayores con responsabilidades familiares sobrevenidas por la precarización familiar constituye uno de los colectivos prioritarios del llamamiento de ayuda 'Ahora + que nunca', lanzado en 2012 por Cruz Roja para ampliar su intervención con las personas en situación de extrema vulnerabilidad afectadas por la crisis.
 
"Nos encontramos además con numerosos casos en los que las personas mayores, que suelen ser propietarios de sus casas, han ejercido como avalistas de sus hijos, que ahora no pueden hacer frente a la hipoteca, y se ven arrastrados a procesos de ejecución hipotecaria y la consiguiente pérdida de sus viviendas", apunta Begoña Dorado del Aguila.
 
Pero 'nuestros mayores' tienen 'recursos'. Según Dorado del águila, "a pesar de esta realidad dura en la que se desarrolla nuestro trabajo, tenemos que destacar la gran capacidad de los mayores de hacer frente a los problemas, de sobreponerse a ciertos embates y de mantener intactas ciertas ilusiones e inquietudes y en Cruz Roja Española queremos seguir apoyando en este sentido, y trabajando dentro del marco del envejecimiento activo, la prevención de la dependencia y la promoción de la autonomía personal", indica.
 
En este sentido, la intervención de Cruz Roja con personas mayores se empeña cada día en seguir trabajando en actividades que favorezcan el envejecimiento en el propio hogar, con servicios como la Teleasistencia Domiciliara, la Teleasistencia móvil o el localizador de personas con deterioro cognitivo o las acciones de proximidad.
 
Pero, simultáneamente, "trabajamos favoreciendo la creación de redes y fortaleciéndolas con la ayuda de los voluntarios, con servicios como la ayuda a domicilio complementaria, el respiro familiar; además de fomentar y facilitar la participación de las personas en las actividades de su comunidad con servicios como el transporte adaptados, préstamos de productos de apoyo, etc.", indica Begoña Dorado del águila.
 
Ante la nueva realidad de grave crisis económica, Begoña Dorado concluye: "no perdemos nuestro objetivo e intentamos asumir las nuevas realidades que el contexto social nos presenta".
 
Y, para asumir estas nuevas realidades, Cruz Roja cuenta con un valor seguro, el Voluntariado. Las personas mayores, tienen aquí una presencia decisiva, suponen un porcentaje significativo de quienes colaboran para sacar adelante los proyectos y actividades que desarrolla la organización, en una clara muestra de solidaridad e interés en participar socialmente.