Financiación: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha:208.145 €; Ayuntamiento de Guadalajara: 25.000€ Ayuntamiento de Puertollano: 10500€; Cruz Roja Española: 28.955€;
Asamblea de Tobarra: 3.000€
Fecha de inicio: 01/10/2007
Duración prevista del proyecto: 24 meses
El objetivo general del proyecto es la mejora, a medio y largo plazo, de la situación nutricional y alimentaria de las poblaciones ganaderas nómadas de las comarcas septentrionales de Tombouctou y Gourma-Rharous.
Malí es uno de los países que conforman el África del Oeste, destacando por su aislamiento geográfico y las duras condiciones agro-ecológicas de gran parte de su territorio. Este extenso país subsahariano, cuenta con una superficie estimada de 1.240.138 Km2
La región de Tombouctou se encuentra situada en la zona septentrional de Malí, entre el paralelo 15º y el 25º de latitud norte, cubriendo una superficie de 497.926 Km2, lo que supone aproximadamente el 40% de la superficie nacional. Sin embargo, una gran parte de su territorio es una zona prácticamente desértica, por lo que cuenta con una bajísima densidad de población.
Administrativamente, la región cuenta en la actualidad con cinco comarcas (Tombouctou, Goundam, Gourma-Rahrous, Diré y Niafunké), 52 municipios (de los cuales únicamente tres núcleos son considerados como urbanos), así como 969 pueblos y aldeas.
La zona de intervención del proyecto se encuentra al norte de Tombouctou (municipio rural de Salam) y en los pasos críticos del ganado a través de los términos municipales de Haribomo y Bambara-Maoudé (comarca de Gourma-Rharous).
Malí cuenta con una población ligeramente superior a los 13 millones de habitantes (2004). La población del país vive mayoritariamente en zonas rurales (71,1%), aunque existe cierta tendencia a la urbanización, lo que se refleja en el progresivo abandono del medio rural, y el aumento demográfico importante en los grandes centros urbanos, en especial la capital, Bamako.
La población total de la región de Tombouctou se estima en unas 540.000 personas, con una concentración importante de la misma en las dos orillas del río Níger y en los alrededores de las zonas lacustres, donde las actividades agrícolas y piscícolas son más favorables. Sin embargo, una gran mayoría de las poblaciones situadas al norte del río Níger, están constituidas por clanes y familias nómadas, que continúan practicando la explotación extensiva del ganado, sistema de producción basado en la movilidad de su animales aprovechando al máximo la disponibilidad de los recurso naturales (agua y pasto) dispersos y diseminados en un territorio muy extenso.
La comarca de Tombouctou, al norte del río Níger, abarca 6 municipios con 121 pueblos y una población de 71.112 habitantes. La comarca de Gourma-Rharous está situada al sur del río Níger y sus 95.534 habitantes están repartidos en 121 pueblos y nueve municipios rurales.
La población de Malí esta formada por diversos grupos étnicos sub-saharianos, bastante homogéneos en cuanto tradiciones históricas, cultura y religión. Las excepciones son los Tuaregs y los Maurs, nómadas del desierto, relacionados con los Bereberes africanos del norte. Más del 90% de la población malí es musulmana, en el resto de la población hay cristianos y animistas.
El francés es la lengua oficial de Malí. Se hablan además otras lenguas: el bambara, el peul, el senufo, el soninké, el songhay y el dogón.
Malí es uno de los países más pobres del planeta, ocupando el puesto 175 de un total de 177 en la clasificación mundial de acuerdo al Índice de Desarrollo Humano- IDH (informe mundial PNUD 2006). La esperanza de vida apenas supera los 48 años de edad, y el umbral de pobreza a nivel nacional se sitúa en el 63,8%. De acuerdo siempre al último informe del PNUD, la tasa de alfabetización (personas mayores de 15 años) no supera el 20%, y prácticamente la mitad de la población no tiene acceso regular a un punto de agua potable. El país tampoco dispone de un sistema de saneamiento adecuado.
Debido a las características agro-ecológicas del medio, gran parte del país se ve condicionado por la dependencia de los factores climáticos, lo que debilita los distintos sistemas de producción agropecuarios, frenando el desarrollo y la mejora de las condiciones de vida de la población.
Las últimas grandes crisis alimentarias de los años 80, provocaron un desplazamiento importante de la población, principalmente nómada, del norte hacia el sur del país, comenzando al mismo tiempo el fenómeno de la sedentarización. Gran parte de la población maliense sigue viviendo en una clara situación de inseguridad alimentaria. debido principalmente a las precipitaciones, las fluctuaciones en el nivel de crecida del río Níger, la invasión de langostas, el grado de desarrollo tecnológico de los cultivos y los sistemas de producción agro-pastorales.
La población más vulnerable se localiza en el Sahel occidental, el país Dogón, el norte del delta central del río Níger, las zonas de Mopti y Tombouctou, así como, las zonas de Bourem y la región de Kidal.
Durante la última crisis alimentaria 2004-2005, los municipios de la zona de intervención, fueron declarados en situación de dificultad alimentaria o económica. En el norte del país, la sequía es una de las causas de la vulnerabilidad estructural que genera la disminución de la producción de biomasa (recursos naturales) y del nivel de crecida del río, limitando la producción agrícola de la zona.
Las sequías de 2004.2005 han tenido efectos importantes en las condiciones de vida de la población más vulnerable, ya que durante la crisis alimentaria, la producción de leche disminuyó de manera sensible, lo que afectó directamente al estado nutricional de los niños y niñas.
Al mismo tiempo, como consecuencia de la disminución de las precipitaciones, se produjo una reducción global de las disponibilidades forrajeras (producción de biomasa), lo que se agravó tras de la llegada masiva de otros rebaños a la región de Tombouctou (Gourma-Rharous) y Gao, procedentes otras regiones del país, e incluso de las zonas limítrofes de Mauritania, Burkina Faso y Níger. Todo ello, se tradujo en un exceso de carga ganadera (animales/ha) y un sobrepastoreo de los recursos naturales ya de por sí escasos a consecuencia de la sequía.
En lo que respecta a la sanidad animal, los ganaderos nómadas apenas tienen conocimientos ni acceso a la información sobre principales enfermedades del ganado, razón por la cual los animales raramente son vacunados y /o desparasitados. A su vez, el acceso a las vacunas y a otros productos veterinarios es deficitario, ya que los propios servicios veterinarios de la zona de intervención no cuentan con los medios suficientes.
A través de la mejora de las infraestructuras ganaderas y el apoyo a los medios de producción agropecuarios, en un contexto, donde la movilidad del ganado es la base misma del sistema extensivo de producción, se pretende asegurar y mejorar sus medios de vida, reforzando al mismo tiempo, las capacidades de la población para hacer frente a otras posibles crisis alimentarias de tipo coyuntural, como es el caso de la sequía en el sahel.
Para conseguir los objetivos propuestos, se trabajará de forma articulada, en tres ejes de intervención complementarios:
- La mejora del acceso al agua: a) construcción de un nuevo pozo moderno de gran diámetro a una profundidad estimada de 45-50 metros, y b) rehabilitación de otro pozo tradicional. Estas obras, facilitarán la movilidad de los animales y de las personas (nomadismo y trashumancia), y permitirán el acceso a nuevas zonas de pastoreo actualmente infrautilizadas.
- La mejora de la alimentación del ganado: a) fomento de la gestión concertada de los recursos naturales; b) regeneración e implantación de especies forrajeras autóctonas de gran interés zootécnico, y c) promoción y valorización de subproductos agrícolas para la complementación de la dieta de los animales durante la época en que el pasto escasea y valor nutritivo del forraje es insuficiente.
- La mejora del estado sanitario de los animales: a) sensibilización de los ganaderos sobre las principales enfermedades, infestaciones parasitarias y otros estados carenciales del ganado; b) apoyo a los servicios regionales y locales encargados de la salud animal durante las campañas de vacunación, y c) promoción del acceso de los ganaderos locales a las vacunas y otros medicamentos de uso veterinario.
Todo ello, se realizará a través de la participación activa de la población y la colaboración de los voluntarios locales de la Cruz Roja Maliense (CRM), que serán los encargados de sensibilizar a las poblaciones sobre las diferentes problemáticas abordadas, y de apoyar al equipo de terreno en la realización de las actividades programadas para la consecución de los resultados esperados del proyecto.
Por otro lado, para garantizar la durabilidad de las actuaciones realizadas, se contará, en todo momento, con el apoyo y la colaboración de los servicios técnicos regionales (veterinarios y técnicos de agricultura), quienes no sólo participarán en la ejecución de las actividades, sino que evaluarán las mismas, y darán apoyo técnico a las asociaciones y comités de gestión encargados del mantenimiento de los obras entregadas una vez terminada la intervención.
