Financiación: Junta de comunidades de castilla-La Mancha: 100.000 €; Aportación local: 61.500 €.
Fecha de inicio: 23 Enero 2008
Duración prevista del proyecto: 6 meses.
El proyecto pretende la mejora de las condiciones de vida de las familias afectadas por la sequía e incendio de los departamentos de San Pedro y Canindeyu, que afectaron profundamente los cultivos de supervivencia.
Paraguay es un país interior, sin costas marítimas. Riegan sin embargo sus costas fluviales dos ríos importantes, el Paraguay y el Paraná que son afluentes del Río de la Plata y que son utilizados como vías de salida al mar. Limita al sur, sudeste y sudoeste con la Argentina, al este con Brasil y al noroeste con Bolivia. El proyecto se llevará a cabo el Departamento de San Pedro (distritos de San Estanislao, Guayaiby y Capiibary) y departamento de Canindeyu (Villa Igatimi).
Se estima a este último año que Paraguay cuenta con una población de aproximadamente 5.400.000 habitantes, repartidas en forma equilibrada en las áreas urbana y rural (50,3% y 49,7% respectivamente).
El guaraní y el castellano son idiomas oficiales. Aproximadamente el 75% de todos los paraguayos habla castellano. Al ser Paraguay uno de los países de América Latina con mayor homogeneidad étnica, el guaraní es entendido por el 90% de la población.
Este año el país vivió uno de los inviernos más crudos y una de las sequías mas extremas. Las heladas quemaron los follajes de la vegetación y la falta de agua agravó el cuadro que propicia el desastre de los incendios. Entre los meses de agosto a septiembre se hace frecuente una práctica ancestral que es la quema de campos con el fin de renovar los pastizales o ampliar las zonas para agricultura. Sin embargo las persistentes heladas registradas en meses anteriores, la ausencia de lluvias y por ende la sequía imperante, unido a los fuertes vientos, han hecho que los incendios de campos se propaguen e intensifiquen su fuerza, volviéndose incontrolables.
Los principales focos se concentraron en los departamentos de San Pedro y Concepción, donde no se registraron lluvias y el fuego continúan avanzando sobre reservas forestales. El fuego, azuzado por las altas temperaturas, fuertes vientos y la prolongada sequía, se ha propagado en los últimos días a otras regiones, como los departamentos centrales de Guairá y Caaguazú, así como en Amambay y Canindeyú, al noreste, también en la frontera con Brasil.
En esta ocasión, Paraguay se enfrenta desde hace tres semanas a los peores incendios forestales de su historia, que ya dejaron un muerto y han afectado más de un millón de hectáreas de bosques, cultivos, casas y pasturas. A la fecha, se tiene estimado 1.766 focos de incendio. Ante esta situación, el gobierno nacional declaró emergencia nacional.
Las familias afectadas no se han desplazado a otros lugares y permanecen en los alrededores donde estaban ubicadas sus viviendas. El humo afecta directamente a las personas asmáticas o con alergias respiratorias. Las infecciones oculares (como conjuntivitis) a causa del humo y el viento norte agravan los cuadros clínicos, haciendo difícil su cura o prevención. Sobre todo las poblaciones rurales e indígenas han sido seriamente afectadas por el avance del incendio y muchos pobladores han quedado sin viviendas ni servicios básicos.
Este mapa refleja la situación de la semana del 09 al 16/09/07
El Gobierno calcula que 1.040.000 hectáreas de campos fueron afectados por los incendios. El Ministerio de Agricultura y Ganadería calculó que la pérdida para productores, sin contar los daños ecológicos, rondan los 30 millones de dólares.
Si bien son graves las consecuencias de los incendios que han dejado 40.000 perjudicados y 250 viviendas destruidas, no son menores las secuelas de la prolongada sequía, que no merma su incidencia sobre la producción agraria y la situación del agua, ya que no se registraron aun precipitaciones considerables.
El proyecto pretende la mejora de las condiciones de vida de las familias afectadas por la sequía e incendio de los departamentos de San Pedro y Canindeyu, que afectaron profundamente los cultivos de supervivencia.
La población beneficiaria (mayoritariamente indígena) es aproximadamente de 1.096 familias indígenas, directamente afectadas por incendios y la prolongada sequía. La acción del proyecto consistirá en la provisión de semillas de autoconsumo y renta a cada familia, la provisión de implementos agrícolas y el asesoramiento técnico para el cultivo y la siembra. Se potenciará maximizar el rendimiento del cultivo, los métodos de conservación de cultivos, la capacitación en sistemas de riego manuales, y la protección y acopio de granos.
También se pretende la preparación de las familias beneficiarias para afrontar situaciones de sequía y prevenir los incendios con métodos prácticos y manejables en todos los niveles familiares (niños, mujeres y adultos).
Se coordinaran acciones con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, con las secretarias de agricultura de los gobiernos departamentales, con las alcaldías locales del área de influencia del proyecto y con las comisiones organizadas en las comunidades donde se trabajara el proyecto. El Ministerio de Agricultura y Ganadería así como las Gobernaciones locales, cuentan con programas de extensión agrícolas en cada capital departamental. Estas dependencias cuentan con recursos humanos calificados pero no cuentan con recursos materiales suficientes para ejecutar programas de rehabilitación como el que se lleva a cabo.
