Financiación: Junta de Comunidades de Castilla La Mancha: 196.600 €;
Ayto. Cuenca:6.570,96€; Cruz Roja Española: 43.015,85€
Fecha de inicio: 1 Diciembre 2009
Duración prevista del proyecto:18 meses
El presente proyecto se localiza en la Provincia del Este, Distrito de Kirehe, Sector de Mahama, célula de Munini, y pretende prestar una primera asistencia a los ruandeses expulsados de Tanzania para su instalación en las comunidades de acogida, a través del apoyo en el hábitat y la mejora de sus condiciones de nutrición.
El distrito de Kirehe está situado al Sureste de la República de Ruanda, a 133 Km. de la capital, Kigali, y es uno de los 7 distritos de la Provincia del Este. Cuenta con 12 sectores administrativos: Gahara, Gatore, Kigina, Kigarama, Kirehe, Mpanga, Mahama, Musaza, Mushikiri, Nasho, Nyarubuye y Myamugari.
La República de Ruanda, (oficialmente, Rwanda), es un país de África Central. Limita al norte con Uganda, al sur con Burundi, al este con Tanzania y al oeste con la República Democrática del Congo. Es un país pequeño y muy accidentado, por lo que se le conoce como el país de las mil colinas y está ubicado en la región de los Grandes Lagos de Africa.
Presenta una de las mayores densidades de población de África, 344 personas por km2 y el 60% de la población vive por debajo del umbral de pobreza (115 $/año) y Tiene una población aproximada de ocho millones de habitantes
La población indígena consiste en tres grupos étnicos. Los Hutus, que son mayoría (85%), son granjeros de origen Bantú. Los Tutsis (14%) son pastores que llegaron a la región en el siglo XV. Hasta 1959 eran la casta dominante de un sistema feudal. Los Twa (pigmeos) (1%) se cree que son lo que queda de los primeros habitantes de la región.
El kinyarwanda, ruanda o quiñaruanda es la principal lengua hablada en Ruanda. Está clasificada como un idioma bantú. Es, en cierto grado, próximo al idioma kirundi hablado en el vecino país Burundi. Es una de las tres lenguas oficiales en el país, junto al idioma francés e inglés.
Ruanda es uno de los países más pobres del mundo, clasificado en la posición 165 de 179 países, de acuerdo al Índice de Desarrollo Humano.
El brote de violencia étnica que aconteció durante los 3 años precedentes a la independencia de Ruanda en 1962, obligó a 15.000 personas a buscar refugio en Tanzania en 1964, y las persecuciones étnicas y políticas que sucedieron tras el golpe de estado de Habyarimana en 1973 provocaron de nuevo la huida a este país de varios miles de personas.
La violencia de la guerra entre 1990 y 1994 y el genocidio de 1994 provocaron que alrededor de un millón de personas buscaran refugio en Tanzania.
Los Gobiernos de Tanzania y Ruanda han mantenido diversas negociaciones para tratar de buscar una solución a los problemas de los ruandeses víctimas de las expulsiones, dada la magnitud del fenómeno.
Se estableció un campo de tránsito en Kiyanzi donde se acogió inicialmente a todas las personas que llegaban a la frontera, hasta su posterior realojamiento, bien en sus viviendas originales, bien en nuevas áreas de acogida creadas específicamente para ello.
Situado a unos 15 kilómetros de la frontera con Tanzania, el campo de Kiyanzi estuvo gestionado por la Cruz Roja Ruandesa, en colaboración con la las autoridades locales del distrito de Kirehe, la Cruz Roja Alemana y la Cruz Roja Española. El campo, situado en la provincia del Este de Ruanda, en el Distrito de Kirehe, a 6 Kilómetros de la frontera de Rusumo, fue inicialmente creado para alojar a las 120 familias que cruzaron la frontera en mayo de 2006, pero desde entonces, el flujo de retornados se incrementó progresivamente.
En marzo de 2008 el gobierno de Ruanda decidió cerrar el campo de Kirehe, debido a la falta de presupuesto suficiente para el mantenimiento adecuado de algunas instalaciones del campo, fuertemente degradadas, y sin las cuales las condiciones de vida de los retornados serían muy deficientes. Por ello, el Gobierno de Ruanda solicitó a la Cruz Roja de Ruanda centrar las ayudas a las personas expulsadas en las comunidades de acogida, ubicadas en los distritos de Kirehe, Kayonza, Gatsibo, Busegera, Ngoma y Nyagatare, todos situados en la provincia del Este de Ruanda.
En concreto Mahama, distrito de Kirehe, alberga a 87 familias expulsadas, 522 personas, en situación de extrema vulnerabilidad, como ya se ha descrito anteriormente, y que necesitan de una asistencia humanitaria urgente que garantice sus necesidades básicas en materia de alojamiento, salud y alimentación
Por otro lado, además de los problemas a los que tienen que enfrentarse los expulsados a su llegada a Ruanda, el retorno de los repatriados se considera un riesgo importante de conflicto, dada la situación de pobreza de la población en las comunidades de acogida. La reintegración de este colectivo presenta todavía grandes problemas en cuanto a la readaptación a un nuevo entorno social, geográfico y económico. Por ello, para evitar esta situación, la CRR trabaja con un enfoque de asistencia mixto, favorenciendo la instalación y la integración de los expulsados, pero teniendo también en cuenta a los más vulnerables de la población de acogida.
Con la presente propuesta se pretende completar la intervención asegurando la reinstalación de un mayor número de familias, así como la mejora del estado nutricional de las mismas.
La estrategia de la CRR de intervención global de apoyo a los retornados, de la que este proyecto forma parte, consiste en asegurar las condiciones mínimas de habitabilidad, estructuras de agua y saneamiento, conocimientos a nivel comunitario en salud e higiene y mejora de la situación nutricional de los beneficiarios en las comunidades en las que son reinstalados. Al mismo tiempo que se asegura que dicha reinstalación no provoque un conflicto social en la comunidad de acogida.
Concretamente se pretende desplegar Ayuda humanitaria para la reintegración de la población ruandesa expulsada de Tanzania, en la provincia del Este, a través del apoyo en el hábitat y la mejora de las condiciones de nutrición.
Los resultados esperados con la implementación del proyecto serán:
R.1. Apoyada la reinstalación de familias expulsadas mediante la construcción de viviendas y la mejora de las instalaciones de saneamiento
R.2. Mejorada la alimentación de las familias beneficiarias, a través de la dotación de semillas, útiles agrícolas y formación en técnicas agrarias.
