“DESARROLLO COMUNITARIO INTEGRAL EN COMUNIDADES RURALES DEL DISTRITO DE KOINADUGU ”
Financiación: JCCM: 198.480 €; Ayto. Alcázar S. Juan: 8.325€; Ayto. Ciudad Real: 11.637,06€ Fecha de inicio: 1 Octubre 2010 |
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Este proyecto propone una serie de actividades dirigidas hacia los retos más importantes que enfrentan todas las comunidades con el fin de fortalecerlas en campos tan esenciales como la reconstrucción comunitaria, la revivencia de valores culturales, la reconciliación, la prevención de conflictos, agua y saneamiento, VIH/SIDA, divulgación de derechos humanos y seguridad alimentaria. |
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El proyecto se llevaría a cabo en el Distrito de Koinadugu que, con sus 12.371 km², es el más grande de Sierra Leona. Colindante con el Distrito de Tonkolili (Sur-oeste), Bombali (oeste), Kono (este) y Guinea Conakry (norte y este), agrupa a once Chiefdoms (división administrativa del distrito). Su capital es Kabala y sus habitantes, 265.000 (censo 2004), se reparten entre varios grupos étnicos, de los cuales los principales son los Temne, Kuranko, Limba, Yalunka, Fula y Madingo. La minería de diamantes y oro es la mayor actividad económica del Distrito, aunque también se da la producción de arroz, mango, cacao y nuez de coco.
Serán beneficiarias del proyecto 12 comunidades localizadas en el distrito de Koinadugu, de las cuales 10 no se habrían beneficiado anteriormente de una intervención similar (no ocurre así con dos de ellas: Moria y Sankarlaya, donde se pretenderá reforzar los resultados obtenidos en el proyecto anterior). Más concretamente las cifras girarían en torno a unos 13.841 beneficiarios, de los cuales 9.341 serían directos (aunque no todos participen en todas las actividades programadas) y 4.500 serían indirectos (en la medida en que algunas actividades como el desarrollo de herramientas y capacidades inciden indirectamente en la mejora de las comunidades vecinas, al crear focos de desarrollo económico en donde cada comunidad puede participar y obtener su propio beneficio). Así, se trabajará de una forma integral y basándose en un enfoque participativo con las comunidades beneficiarias, las cuales contribuyen con diferentes y valiosas aportaciones durante la implementación del proyecto y han estado directamente involucradas en la identificación del mismo, la selección de beneficiarios, áreas de intervención etc… con un rol activo como responsables en la toma de decisiones.
El inglés es el idioma oficial. Es sin embargo hablado por una pequeña minoría y la mayoría habla su lengua nativa.
Tras una década de devastadora guerra civil con grandes movimientos de población desplazada, inmenso sufrimiento y el debilitamiento o práctica destrucción de la economía rural por los generalizados saqueos de cultivos y almacenes, Sierra Leona es, en la actualidad, el antepenúltimo país en la clasificación del IDH del PNUD. Y es que, de un 70 % de su población local viviendo en situación de vulnerabilidad económica, un 26% ni siquiera tendría acceso a una alimentación adecuada, lo que supone que, actualmente, los hogares y las comunidades permanecen expuestos a la inseguridad alimentaria y las personas vienen estando obligadas a desprenderse de sus objetos más valiosos para comprar comida (empeñando incluso sus utensilios de labranza). Insuficiencias estructurales (suministro eléctrico inexistente, hogares y construcciones de interés público, incluyendo carreteras, muy afectados o destruidos), dificultades de acceso a agua potable, medioambiente descuidado, malnutrición, aumento de tasas de infección de VIH/SIDA, caída en la producción de alimentos, deforestación, desintegración social, aumento de la tasa de paro juvenil, violaciones de derechos humanos o pérdida de cohesión comunitaria, son algunos de los graves problemas económicos y sociales a que se enfrenta el país y, más concretamente, el distrito de Koinadugu. Por ello, a pesar de la efectiva asistencia humanitaria proporcionada desde el fin de las hostilidades (que comenzó en 2005 en las comunidades objeto de este proyecto con gran aceptación e implicación por parte de éstas por la formación de comités locales) en colaboración con CRSL y las Autoridades Nacionales, aún quedaría mucho por hacer. Y así, el proyecto, enfocado hacia el desarrollo de capacidades y condiciones de vida la población beneficiaria, se propondría no solo como una intervención a favor de beneficiarios específicos (como grupos de mujeres, madres solteras, juventud afectada por el conflicto, mutilados de guerra, ex combatientes…), sino también a favor de comunidades en su conjunto, que se beneficiarán de bienes tangibles e intangibles y estructuras que permanecerán más allá de la temporada de ejecución del proyecto. Las diferentes acciones que se pretenden realizar en este proyecto están agrupadas de tal manera que aseguren el alcance de diferentes resultados:
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