Financiación: Diputación de cuenca: 18.000€; CRE: 4.500€
Fecha de inicio: 1 Julio 2011
Duración prevista del proyecto:12 meses
Este proyecto estaría encaminado, con carácter general, a mantener y mejorar las condiciones de salud de los refugiados congoleños y burundeses situados en los campos de Tanzania, prestando, particularmente, servicios curativos y preventivos de salud para los mismos.
Campos de refugiados de Kasulu (Mtabila I y Mtabila II) y Nyarugusu, en el Distrito de Kasulu, Región de Kigoma, Tanzania.
Serán beneficiarios directos de este proyecto aquellos que tengan la condición de refugiado y residan en los respectivos campos de Kasulu y Nyarugusu, si bien también se estima que resultará beneficiada, siquiera indirectamente, la población local tanzana que viva en las zonas colindantes a los campos en la medida en que normalmente hacen uso de los servicios de salud, es decir, alrededor de unas 20.000 personas más.
Con reconocimiento jurídico no hay un idioma oficial pero el suajili es el idioma nacional, que se usa como lengua franca y lengua administrativa y por eso se puede considerar idioma oficial de facto.
Tanzania es, a día de hoy, uno de los países africanos con mayor carga de población refugiada. Más concretamente, de refugiados burundeses (que comenzaron a llegar en 1.993, a raíz de la inestabilidad e inseguridad creciente que estalla en Burundi en ese mismo año) y congoleños (que iniciaron su marcha en 1.997); refugiados que fueron aumentando en número hasta los años 2.004-2.005, periodo en el que mejora la situación política de ambos países y se sientan las bases para promover la repatriación de los mismos con el cierre de varios campos. Sin embargo, como este proceso se realiza de una forma muy paulatina y lenta, y se calcula que la incipiente estabilidad en los países de origen no supondrá, a corto plazo, un descenso considerable del número de refugiados durante los próximos años, pero asimismo sucede que los conflictos y emergencias en otras regiones del mundo y el cansancio de los donantes ponen en riesgo la continuidad de una operación que cubre las necesidades básicas de una población de más de 98.000 personas con bajas posibilidades de realizar un retorno seguro a corto plazo, en consecuencia, con este proyecto se pretendería (por Cruz Roja Española de forma conjunta con la Cruz Roja Tanzana y el ACNUR) atender la salud de un colectivo especialmente vulnerable al cual la legislación interna tanzana no permite tener medios de subsistencia.
Este proyecto, que tendrá una duración aproximada de 12 meses y que está dirigido a seguir prestando servicios de salud (curativos y preventivos) en los campos de refugiados burundeses y congoleños pretende, con la participación activa de los beneficiarios en todas sus fases, concretamente, conseguir los siguientes resultados:
- Prestar servicios de salud de acuerdo con los estándares de la OMS y del Ministerio de Salud tanzano dentro de los campos de refugiados mediante: la compra de medicinas, consumibles y equipamiento técnico necesario para el funcionamiento de los servicios de salud; el mantenimiento de las estructuras sanitarias en los campos; el mantenimiento del sistema de vigilancia epidemológica y de las tasas de mortalidad/morbilidad; la formación para el personal sanitario y los promotores comunitarios de salud; la derivación de un total de 200 casos a hospitales locales; la provisión de servicios de salud en consultas externas y en pacientes hospitalizados…
- Prestar servicios materno-infantiles adecuados dentro de los campos de refugiados.
- Prestar servicios nutricionales terapéuticos y suplementarios dentro de los campos de refugiados mediante: el seguimiento nutricional de menores de 5 años, huérfanos y pacientes hospitalizados; y la compra de insumos necesarios para el mantenimiento de las huertas de los centros nutricionales.
- Sensibilizar a la población refugiada sobre VIH/SIDA y buenos hábitos higiénicos entre la población refugiada a través de sesiones formativas para los promotores comunitarios de salud, así como de actividades de sensibilización para la población refugiada.
- Utilizar apropiadamente los medicamentos dentro de los dispensarios de los campos de refugiados mediante la asistencia, por los promotores comunitarios de salud, a sesiones formativas sobre gestión eficiente de las medicinas y su correcta prescripción, así como a través del seguimiento mensual de la gestión de los medicamentos.
Nos encontramos así con un sistema participativo que, en coordinación y comunicación continua con el personal especializado (técnico y responsable, que llevará a cabo una labor de constante seguimiento de las actividades, intercambiando opiniones sobre las consecuencias de los indicadores y proponiendo nuevas acciones de optimización de las acciones), pretende la implicación de los refugiados a la hora de lograr los objetivos propuestos y de solucionar los problemas que puedan presentarse y que, ya desde su planificación, habría fijado sus objetivos, a través de reuniones conjuntas con líderes de la comunidad elegidos democráticamente.
