Campaña de Recogida de Juguetes 2003 / 2004
¿POR QUÉ UNA CAMPAÑA DE JUGUETES?: ANÁLISIS DE LA REALIDAD
En España hay 2.192.000 familias que viven bajo el umbral de la pobreza. Estos núcleos familiares se traducen en 8.509.000 personas. La pobreza en nuestro país supera la media europea tanto en lo que se refiere a extensión (tasas sobre 100) como en población (19.4% de hogares, 22.1% de población) y sólo es inferior a la de dos países de la Unión Europea: Portugal y Grecia. En lo referente a la pobreza infantil, existen más de 222.000 niños en situación de pobreza extrema, más de 404.000 en situación de pobreza grave, a los que hay que sumar 625.000 que viven en una situación de pobreza severa. El nivel de pobreza está claramente marcado por motivos económicos, que determinan los niveles de malestar personal, familiar y social de los menores. Este grupo suele ir acompañado, en la mayoría de los casos, por otras situaciones: mala vivienda, pobreza severa, paro y analfabetismo de los padres, vivir en suburbio y marginación total. En cuanto a los diferentes tipos de viviendas, junto a las carencias básicas en el equipamiento (wáter, agua, etc…) están las situaciones de analfabetismo, paro y problemáticas sociales como la violencia, las drogas o el alcohol. Los niños urbanos y megaurbanos, aunque no son la mayoría, sí son los que soportan un tipo de pobreza más seria y grave. En concreto, los que sufren una pobreza más severa son los que viven en ciudades de 50.000 a 100.000 habitantes; en el polo opuesto estarían aquellos que habitan en poblaciones rurales. Sobre un mapa, los niños y niñas más pobres de España son los que residen en: Ceuta, Melilla, Galicia, Comunidad Valenciana, Cantabria, La Rioja, Canarias y Aragón. Estos datos nos conducen a una primera conclusión: Demasiadas familias en España viven en situación de pobreza, este hecho, repercute directamente en más de un millón de niños y niñas, que ven afectado su desarrollo social, cognitivo y afectivo. Se deducen una serie de necesidades: Se requieren más iniciativas que fomenten la movilización, activismo y compromiso de la población general, con la situación de desventaja social y económica que afecta a un gran número de ciudadanos y ciudadanas y de niños y niñas en particular . En este punto situamos el mayor hincapié que se pretende hacer en las tareas de sensibilización de la Campaña de Juguetes. Necesidad de seguir implicando a una pluralidad de organismos diferentes en esta acción (Ayuntamientos, Servicios Sociales, Asociaciones, Fundaciones, Centros Educativos, Parroquias...), ya que las diferencias en recursos de los territorios requieren también del apoyo de diferentes instituciones. Necesidad de transmitir unos valores adecuados a la infancia más desfavorecida, que pasan por un respeto a sus derechos y a su educación. Aquí el juguete es un medio para lograr su desarrollo intelectual, afectivo y social de un modo positivo y normalizado. La Campaña de Juguetes se implica en este aspecto, a través de la recogida de juguetes nuevos, no bélicos y no sexistas, para este colectivo. Necesidad de promover la igualdad de todos los niños y niñas ante el derecho al juego como actividad de esparcimiento y descanso propia de su edad, tratando de eliminar la actual discriminación existente por razones de procedencia social, nacionalidad e incluso confesión