Alberto Marrero González
Cruz Roja Española en Firgas
(Las Palmas)

Soy Alberto tengo 24 años y vivo en el municipio de Firgas, en Gran Canaria, pero desarrollo mi actividad en la capital de la isla, en Las Palmas de Gran Canaria.

En Cruz Roja colaboro en el Plan de Intervención Social donde participo en los siguientes programa y proyectos:

¿ En el Programa de Personas Mayores, en los Proyectos de Teleasistencia Domiciliaria, Ayuda a Domicilio Básica (transporte de comida sobre ruedas), y transporte adaptado.

¿ En el Programa de Infancia y Jóvenes en dificultad Social, en el Centro Abierto para menores en dificultad.

¿ En el Programa de Personas con Discapacidad; en los Proyectos de Ocio en Playa para personas con movilidad reducida y Transporte adaptado.

¿ En el Programa de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social; colaboro en el proyecto de ¿Colectivo sin techo¿.

¿ Además colaboro en el Plan de Socorros y Emergencias, en el Proyecto de preventivos terrestres.

Yo, en un principio quería salir de la monotonía del día a día, y además tenía la inquietud de conocer la realidad social más de cerca, ya que hay personas con muchas carencias de todo tipo, y pensé que posiblemente yo podría aportarles algo a través del voluntariado. Pensé que al ser Cruz Roja la institución más conocida en cuanto al voluntariado, tendría mayores posibilidades de participación. Conocí a la institución por medio de un conocido que me hablaba de sus experiencias en los servicios de Cruz Roja, y eso me motivó a probar esta experiencia.

El cariño y las muestras de agradecimiento que he recibido de todas aquellas personas con las que colaboramos, y el saber que de alguna forma estoy aportando un granito de arena para ayudar a los más necesitados, es lo que más me satisface como voluntario. Ser voluntario me aporta el hecho de poder vivir una experiencia única, conocer gente, el formarme como persona y la capacitación y conocimientos que se adquieren con el proceso.

La experiencia que más me ha impactado ha sido la que viví con una usuaria del Proyecto de Ocio en Playa para personas con movilidad reducida. Esta señora (una señora de edad), hacía más de veinte años que no se bañaba en la playa por sus dificultades de movilidad, y cuando pudo hacerlo sintió una grandísima emoción, de la cuál fuimos participes todos los usuarios y voluntarios que allí estábamos. Para mí fue algo muy emotivo, y me alegra haber colaborado para que alguien se haya sentido feliz.