Sagrario García García
Cruz Roja Española en Toledo
(Toledo)

Soy Sagrario y tengo 71 años. Vivo en Toledo donde participo como voluntaria en el Programa de Teleasistencia Domiciliaria para personas mayores. Este servicio permite a los usuarios, a través de la línea telefónica, entrar en contacto verbal en situación de emergencia (tan solo pulsando un botón) con un centro atendido por profesionales, los cuales dan respuestas adecuadas a las crisis planteadas (caídas, mareos, subidas de tensión, accidentes, etc.).

Los usuarios de estos programas son personas mayores y discapacitados en situación de riesgo psicosocial o físico, que viven solas la mayor parte del día o que conviven con otras personas mayores o discapacitados. Además son personas con escasos recursos económicos, que no padecen enfermedades mentales graves así como deficiencias auditivas graves y/o de expresión corporal.

Los objetivos de esta iniciativa son favorecer que las personas mayores que vivan solas puedan permanecer en su hogar, mejorar la calidad de vida de los beneficiarios para romper así el aislamiento y soledad en los que viven, haciendo de enlace con la comunidad. Además es importante proporcionar una rápida intervención de emergencia y fomentar la convivencia y participación a través de la realización de una serie de actividades tales como desplazamientos en actividades de ocio y tiempo libre (turismo social), o el fomento de ocupaciones y aficiones (recetario, exposiciones¿).

Además soy monitora de Formación Básica Institucional.

Me hice voluntaria porque quería hacer algo por los demás y sentirme útil. Cruz Roja me pareció una institución muy seria donde podía trabajar directamente con los beneficiarios. Además preferí la Cruz Roja porque instalaron en mi domicilio el servicio de Teleasistencia Domiciliaria. De esta forma conocí de cerca la labor que realizaban los voluntarios, ya que me asignaron un voluntario que me visitaba y realizaba un seguimiento del Terminal. Pude comprobar que estas visitas me enriquecían personalmente y disfrutaba de la relación con una persona ajena a mi familia y entorno más cercano. Por este motivo me anime a colaborar con Cruz Roja ya que me vi capacitada a desarrollar esta labor.

De joven colaboré en la institución en la celebración del Día de la Banderita y por esta razón tenía información previa sobre Cruz Roja, pero soy voluntaria desde el año 1999.

Lo que más me satisface de mi actividad voluntaria es la acción directa que se realiza con los usuarios, con lo que se consigue hacer la vida más agradable a los demás. Por otro lado me satisface sentirme útil y poder ofrecer mi tiempo a personas que lo necesitan.

Ser voluntaria me ha cambiado la vida completamente. Se aprende mucho de los demás. El enriquecimiento de las relaciones con otras personas, el intercambio de experiencias y de conocimientos aportan una gran satisfacción para mi.

Mi mejor recuerdo fue un curso de habilidades sociales que fue muy instructivo y aprendí tanto a relacionarme con los demás como a valorarme a mi misma. Por otro lado, también recuerdo con cariño los encuentros y actividades de vida asociativa que se han realizado desde que colaboró con la Institución, ya que nos reunimos un gran número de voluntarios.