Cruz Roja en Vizcaya cuenta con dos pisos de acogida para personas inmigrantes

Acogida para inmigrantes en Bilbao

Cayetano Álvarez. Madrid.

D. B. Es un joven de 30 años, congoleño, de la República Democrática. Vino a España hace un par de años. A principios de 2005 logró una plaza en uno de los dos pisos de acogida que Cruz Roja tiene en Bilbao donde ha vivido hasta agosto, cuando pudo salir a hacerse cargo de su vida de manera independiente y autónoma.

Para él, la llegada a la vivienda significó un vuelco definitivo en su vida. Gracias a los técnicos del departamento de extranjeros y a sus voluntarios ha conseguido dar una serie de pasos indispensables hasta la obtención del ansiado puesto de trabajo. Estos pasos han sido un curso de castellano, la asistencia a diversos proyectos de inserción sociolaboral o, entre otros, presentarse al último proceso de regularización.

D. B. tiene claro que gracias a la gente de Cruz Roja ha conseguido poner una primera piedra en el edificio de su vida futura.

Por las dos viviendas de acogida para personas inmigrantes de Cruz Roja en Vizcaya, creadas en 1999 y 2000, han pasado ya 239 personas.

Iagoba Carralero, director de Intervención Social en Vizcaya, afirma que la apuesta por este tipo de proyectos se debe a que "consideramos que la vivienda es uno de los cimientos más básicos de integración en las sociedades de acogida". Aunque añade: "La vivienda por sí sola no garantiza la integración de los inmigrantes, pero es un factor indispensable para poder conseguirla".

Los pisos acogen a personas inmigrantes en situación de necesidad cuya situación permita iniciar un proceso de regularización.

Ambas viviendas se encuentran en el centro de Bilbao, una acoge a familias y la otra a personas no acompañadas. Cada una funciona de manera autónoma, sus moradores se encargan del mantenimiento, preparar la comida o cumplir las normas de convivencia, que son básicas, como la prohibición de fumar, realizar cada uno su turno de limpieza, no molestar a los vecinos con ruidos, etcétera.

Cada piso tiene una capacidad de ocho plazas que están permanentemente ocupadas, incluso hay personas esperando incorporarse. Las nacionalidades de los moradores van por rachas y han predominado, según el momento, congoleños, argelinos, marroquíes, angoleños, rumanos, ucranianos. Emn el caso de los hispanos, se ha tratado en general de grupos familiares.

Cruz Roja en Vizcaya aborda además un conjunto variado de tareas con extranjeros como son el programa de refugiados o el de inmigrantes, que consta de los proyectos usuales: De primera atención, asesoramiento, ayuda alimentaria, reagrupación, etcétera. Aproximadamente la mitad de los gastos de las viviendas se sufragan con ayudas de la administración.