Los voluntarios de Villafranca, en Castellón, sirven comida caliente a la gente mayor

Comida caliente para los mayores que viven solos en Villafranca, Castellón

Alberto Artés. Redacción.

Villafranca del Cid es un pueblecito de 3.000 habitantes en la comarca el Els Ports, al noroeste de la provincia de Castellón, pegando a Teruel. La Asamblea de Cruz Roja es comarcal y cuenta con 642 socios.

Son voluntarios son 60 personas, 30 de Cruz Roja Juventud y 30 mayores. Cada día, dos de estos voluntarios se encargan de llevar a cabo el programa de distribución de comidas a las personas mayores de la localidad que viven solas.

El día en que redactamos esta información, el 1 de marzo, Villafranca está cubierta por una capa de medio metro de nieve. Esto hace imposible utilizar el vehículo para el transporte de las comidas. Hemos tenido que aumentar el equipo de voluntarios a cuatro personas, según comenta el presidente local Rafael Monfort.

El servicio de comidas solidarias nació de una propuesta de los propios voluntarios del pueblo que percibieron el aumento de personas mayores que viven solas y que necesitan una ayuda.

Lo primero entonces fue resolver las cuestiones básicas del tipo "quién haría el servicio" o "cómo se aborda la actividad", comenta el presidente local. Para despejar dudas, una representación fue al ayuntamiento donde encontró mucha sintonía.

El paso siguiente era quién se encargaría de preparar los menús. Descartados algunos servicios de otros pueblos, por lejanos, y la cocina del Centro de Día local, por pequeña, se optó por un restaurante del lugar. "Este establecimiento reúne los permisos sanitarios pertinentes y tiene capacidad para elaborar a diario las comidas", afirma Monfort.

Una vez resueltos los problemas, el servicio pudo empezar el 1 de diciembre de 2005 con cinco usuarios, que en la actualidad son nueve. Los menús reúnen las mismas características dietéticas que los elaborados en el Centro de Día de Mayores.

Cada mañana, a eso de las 12,45, dos voluntarios recogen los menús en el restaurante. En un vehículo prestado por el Comité Provincial de Castellón los distribuyen por las viviendas. En menos de una hora han finalizado la tarea.

Para que todos los usuarios coman caliente se utiliza una especie de maletín térmico, semejante en aspecto a los usados para herramientas. Una bandeja de aluminio en su interior contiene la comida. Los voluntarios dejan la bandeja con la comida humeante y se llevan el maletín con la bandeja del día anterior.

El ayuntamiento de Villafranca subvenciona este servicio para las personas mayores. Los usuarios deben abonar una parte del coste del menú en función de sus ingresos. En algunos casos la aportación municipal cubre hasta el 60 por ciento de dicho coste.

"Estamos muy contentos con el resultado de la actividad", asegura el presidente de la Cruz Roja Local. "Nuestros mayores pueden ingerir una dieta equilibrada y además comer de verdad, y caliente, porque cocinar para uno solo resulta muy aburrido y se termina por no hacerlo".