Alcalá de Guadaira, una Asamblea Local más social

Alcalá de Guadaira, una Asamblea Local más social

 

Alberto Artés. Enviado especial a Sevilla.

 

En noviembre de 2005 el muy activo equipo de voluntarios de la Asamblea Local de Alcalá de Guadaira, a 78 kilómetros de Sevilla, dio los primeros pasos del servicio de transporte adaptado para personas mayores con problemas de demencias.

 

Desde entonces, tres días por semana un vehículo especial de 9 plazas, cedido por Cajasur, sube y baja por las empinadas calles de la localidad. Recoge a los 13 usuarios del programa en sus domicilios y los traslada al centro de día especializado de la asociación AFEAES, de familiares de enfermos de Alzheimer.

 

Anteriormente, en Alcalá de Guadaira desempeñaban los servicios tradicionales, como el de urgencias las 24 horas, que ya se acabó, pero últimamente se centran en tareas de tipo social. Una reorientación que están llevando correctamente, según apunta la coordinadora provincial Beatriz Nieto, quien lleva tiempo luchando por dinamizar las Asambleas Locales, de las que Sevilla cuenta con 14.

 

El Desarrollo Local es uno de los ejes de actuación de Cruz Roja Española. El programa de transporte adaptado de Alcalá se financia con fondos del IRPF, cosa inhabitual para una Asamblea Local.

 

Beatriz Nieto apoya con firmeza la apuesta que desde el Comité Provincial de Sevilla hacen por un trabajo cada vez más serio abordado en el ámbito pequeño."Queremos que los fondos del IRPF vayan a las Asambleas Locales, porque gestionar estos fondos es algo muy distinto del mero hecho de recibir dinero pues representa un procedimiento de trabajo que exige rigor".

 

El presidente de la Asamblea Local, Carlos Gallego, un policía municipal de 43 años que lleva toda su vida metido en Cruz Roja, resalta que en el programa de transporte adaptado va siempre un voluntario acompañando al conductor, que es un trabajador contratado.

 

En Alcalá cuentan con 35 voluntarios sociales formados en geriatría y Teleasistencia, otro de los servicios de la Asamblea, que cuenta con 100 beneficiarios.

 

Uno de esos voluntarios es Jaime López Piña, de 55 años, que pese a estar esperando la implantación de una prótesis en la cadera despliega una actividad imparable. Y lo hace desde los 27 años. Jaime es esa persona que siempre está disponible para echar una mano, y como él relata "lo mismo para trasladar a los voluntarios de la Teleasistencia que para llevar a una usuaria en silla de ruedas a comprar un televisor al Eroski".