Crisis postelectoral en Costa de Marfil

Durante las últimas semanas el aumento de los combates en la capital, Abidján, y en el Oeste del país han causado un deterioro de la situación humanitaria ocasionando miles de muertos y un aumento de los desplazados en todo el país, que el ACNUR estima ya en más de 750.000. Los duros enfrentamientos en el barrio de Abobo, uno de los más populares de la capital, han causado el desplazamiento de miles de familias, unas 200.000 personas, en una ciudad con más de cinco millones de habitantes. Además, más de 130.000 costa-marfileños han huido a los países vecinos, principalmente hacia Liberia, según las últimas cifras del ACNUR.

La Cruz Roja de Costa de Marfil (CRCM) ha activado su plan de urgencia con la movilización de 69 equipos de 20 voluntarios cada uno. Con el apoyo de estos 1.380 voluntarios, la CRCM ha prestado asistencia de primeros auxilios a más de 1.130 heridos y evacuado a 530 personas a centros hospitalarios en la capital y el interior del país.

Más de 20.000 familias desplazadas en Abidján y el interior del país han recibido alimentos y artículos no alimentarios gracias al apoyo de Cruz Roja Española (CRE) -con la distribución de bienes para 500 familias del stock de emergencias que tenía preparado en el país gracias a la financiación de AECID- y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quien también ha logrado que un avión con 12 toneladas de ayuda humanitaria aterrizara en la cuidad de Man, al oeste del país, para cubrir las necesidades más urgentes de las familias desplazadas por el conflicto en la zona. Más de 60.000 personas desplazadas en el interior del país tienen acceso al agua potable, duchas y letrinas instaladas por el CICR.

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) ha lanzado un llamamiento por valor de 3,1 millones de euros para paliar las necesidades de alimento, refugio y agua potable de más de 67.000 personas tanto en Costa de Marfil como en Liberia.

Las medidas más urgentes son proporcionar suministros no alimentarios (mosquiteras, kits de cocina, kits de higiene....), alimentos -las tiendas están cerradas-y saneamiento básico, en especial a todas aquellas personas que huyeron de sus casas y que se hallan temporalmente alojados en refugios provisionales que carecen de las condiciones mínimas de habitabilidad. El agua es uno de los problemas más serios en estos momentos, al igual que el riesgo de transmisión de enfermedades como la malaria y las ligadas al consumo de agua no potable. Además, muchos de los hospitales no funcionan o carecen de material suficiente para atender a enfermos y heridos.

Con el grave deterioro de la situación humanitaria en las últimas semanas, la necesidad de aumentar la asistencia es fundamental, por lo que se hace necesario el envío de bienes no alimentarios de primera necesidad para cubrir las necesidades básicas a corto plazo de las miles de personas desplazadas por la violencia para que puedan retomar sus sistemas de vida y sustento cuanto antes.