Día Mundial. Proteger la dignidad humana.

"Proteger la dignidad humana es responsabilidad de nuestra solidaridad", según Suárez del Toro

Jesús Carbonell. Granada.

Juan Manuel Suárez del Toro, presidente de Cruz Roja Española y de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja afirmó en el discurso que dirigió a los presentes al acto del Dia Mundial, ante la Reina Sofía y el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, que "el mundo que habitamos debe y puede ser mejor para los miles de millones de personas" que carecen de los más básico para su desarrollo en libertad.

Suárez del Toro aludió en sus palabras a los valores que rotulaban el lema de la celebración: "Proteger la dignidad humana: tolerancia y no discriminación". Aseguró que es responsabilidad de las organizaciones solidarias garantizar la equidad en las oportunidades y proteger la dignidad.

Y destacó ante los 600 asistentes al acto la rentabilidad que comporta el trabajo desarrollado en el campo de lo humanitario. "Dicha labor no es baldía", dijo. "Siempre, y lo respaldan muchos indicadores, ha contribuido al progreso comunitario y a la mejor convivencia", dijo.

En su palabras se refirió a los 1.200 millones de personas que en el mundo viven hostigadas por el hambre, los conflictos, el tráfico de seres humanos, las enfermedades o la violencia, es decir, que son víctimas de la extrema pobreza. Se refirió a los esfuerzos que en el plano internacional despliegan gobiernos y organizaciones para impulsar iniciativas esperanzadoras en este terreno: "Nunca como ahora, la solidaridad de tantos había sido asumida como un deber, para entregarla a otros como un derecho".

Dijo Suárez del Toro que es posible derrotar a la pobreza y a sus aliados la enfermedad, el analfabetismo y la violencia pero, subrayó, que "se precisa mayor determinación y fuerza de la respuesta". Y añadió: "A esta ofensiva de la solidaridad para el desarrollo estamos llamados a participar todos: instituciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales y supranacionales, públicas y privadas, así como cuantos ciudadanos coinciden en esa misma necesidad ética".

En nombre de los 16 premiados habló Reyes García de Castro, presidenta de Cepaim, el consorcio de entidades que trabajan con inmigrantes y emigrantes, quien destacó el deseo de solidaridad y justicia social que reside en las muchas personas que se han ido sumando al proyecto humanitario abanderado por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde su fundación por el suizo Henry Dunant, en 1863.

García de Castro calificó de "extraordinaria" la labor a pie de playa de los miembros de Cruz Roja con los llegados en pateras y se congratuló de poder trabajar complementando energías con los miembros de Cruz Roja en diferentes campos de intervención.

Tras resaltar la participación como vehículo de acceso a la ciudadanía, García de Castro, en nombre de todos los condecorados, ofreció las medallas recibidas a las personas inmigrantes que acceden a nuestro país, porque -afirmó- con su presencia hacen cuestionarnos nuestras convicciones más seguras y nos movilizan a la acción solidaria.