El ciclón fue un desastre de ingentes dimensiones y, ahora, los supervivientes se enfrentan a una gran catástrofe humanitaria. Según estimaciones, podría haber hasta 2.000.000 de damnificados y los informes que maneja Cruz Roja indican que muchos de ellos no tienen refugio, ni acceso a alimentos y agua potable. Además, incluso el acceso a la atención básica de salud es ínfimo.

El objetivo del llamamiento es asistir a 500.000 damnificados en los tres próximos años. Se centra en cinco sectores básicos para la población: socorro; salud, asistencia y apoyo psicosocial de emergencia; agua y saneamiento; refugio de emergencia, y seguridad alimentaria y apoyo para medios de subsistencia.  

Dado que el acceso a las zonas más afectadas sigue siendo problemático, la Federación Internacional pretende establecer una serie de centros regionales en el delta que estarán a cargo de voluntarios de la Cruz Roja y otros miembros de la comunidad con la debida formación.

Hasta el 14 de mayo, habían aterrizado en Yangón 16 aviones con suministros de socorro de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y otros cinco están previstos para hoy. Al final del día, a través de esta línea de socorro habrán llegado al país 180 toneladas de ayuda de la Cruz Roja. Desde la tormenta, 21 delegados del personal internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja se han incorporado al equipo que prestaba servicios en Yangón y que actualmente apoya la labor infatigable de unos 27.000 voluntarios de la Cruz Roja de Myanmar.  

Cruz Roja Española participa activamente en esta operación de la Federación Internacional. Ha enviado 30 toneladas de ayuda, 30.000 euros de su Fondo de Emergencias para apoyar a la Cruz Roja de Myanmar y ha desplazado a la zona dos delegadas, una de las cuales trabaja en estos momentos dentro de Myanmar para coordinar el reparto de la ayuda. Cruz Roja Española tiene previstos más envíos de ayuda en los próximos días