- 9,3 millones de personas se beneficiaron de los proyectos de la Institución en 2010
El 25 de mayo se celebra el Día de África en conmemoración del aniversario de la fundación de la Organización de la Unidad Africana, una fecha que sirve para volver a recordar los datos más destacados de este continente.
El último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pone de manifiesto que de los 50 países con el Índice de Desarrollo más bajo, 40 son africanos. De los cerca de 950 millones de personas que habitan en África, más de 300 millones viven en la pobreza, a pesar de las enormes riquezas del continente. La inseguridad alimentaria, el acceso al agua potable, enfermedades como el VIH/sida, la explotación infantil y las desigualdades sociales son otros de los enormes problemas que aquejan al continente.
Ante todas estas necesidades, Cruz Roja Española mantiene una presencia activa en África desde hace cuatro décadas. Con actividades en más de 30 países africanos, con más de 140 proyectos en 2010 y un presupuesto cercano a los 43 millones de euros, la Institución ha llegado a más de 9,3 millones de personas en el continente.
Principalmente concentra sus intervenciones en cuatro sectores: seguridad alimentaria, salud comunitaria, agua y saneamiento básico; preparación y respuesta ante desastres; y asistencia a refugiados, desplazados e inmigrantes. Aparte de las actividades de desarrollo institucional dirigidas a fortalecer las capacidades de la Cruz Roja local de cada país en el que se trabaja.
Entre todos estos problemas, el de la inseguridad alimentaria, es uno de los más graves por su carácter crónico, y por ir asociado a otras deficiencias como el acceso deficiente a agua potable o a saneamiento. A raíz del agravamiento de la crisis alimentaria en algunas regiones de Níger en 2010, Cruz Roja Española incrementó el número de proyectos de seguridad alimentaria destinados a minimizar los efectos de esta grave situación sobre la población. Entre las actividades más importantes que se realizan destacan la creación de bancos de cereales, reconstrucción de la cabaña ganadera, apoyo a los centros de salud para disminuir el riesgo de malnutrición, sobre todo en menores de cinco años, recuperación de tierras y construcción de pozos de agua.
