El terremoto de 6 grados de intensidad en la escala de Richter que sacudió esta mañana la región africana de los Grandes Lagos ha dejado más de 30 muertos y centenares de heridos en Ruanda y en la vecina República Democrática del Congo. "El seísmo se sintió claramente en Kigali esta mañana (capital de Ruanda) y se esperan réplicas de intensidad durante esta noche, por lo que se nos ha aconsejado que no durmamos bajo techo", apunta Montserrat Barroso, delegada de Cruz Roja Española en Ruanda.
Según la delegada, la población más afectada es Cyangugu, en Ruanda y próxima a la zona de Kabare (Congo), lugar del epicentro del seísmo. Hacia allí se dirige en estos momentos un convoy con ayuda humanitaria fletado por la Cruz Roja Ruandesa que partió hace unas horas desde Kigali.
"La zona afectada dista apenas 250 kilómetros de Kigali, pero las carreteras se encuentran en muy mal estado y la población se encuentra en un área geográfica muy dispersa, circundada por colinas", indica Barroso.
El envío de la Cruz Roja Ruandesa consiste en mantas, tiendas de campaña, útiles de aseo y cocina y, fundamentalmente, material hospitalario como medicinas, vendas y material de limpieza. Un equipo de más de 30 especialistas en primeros auxilios de la Cruz Roja Ruandesa trabaja en este operativo para reforzar las exiguas capacidades sanitarias de la zona y a él se sumará una veintena más de voluntarios en las próximas horas.
Cruz Roja Española ha enviado 10.000 euros de su Fondo de Emergencias para apoyar a la Cruz Roja de Ruanda en el operativo.
