Para hacer frente a esta grave situación que afecta fundamentalmente a más de doce millones de personas en Somalia, Kenia y Etiopía, el Movimiento Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha puesto en marcha una amplia campaña humanitaria en la que juegan un papel fundamental la Cruz Roja y la Media Luna Roja de los países afectados.
La Cruz Roja Etíope lleva a cabo proyectos de seguridad alimentaria y de agua y saneamiento, fundamentalmente.
La Cruz Roja de Kenia trabaja en la distribución de alimentos en el norte y este del país, con especial atención al programa nutricional en escuelas.
La Media Luna Roja Somalí, a través de sus voluntarios, está distribuyendo 3.000 toneladas de alimentos para 160.000 personas en el centro y sur del país y rehabilitando y construyendo pozos de agua, pese a las graves dificultades para hacer llegar la ayuda como consecuencia del conflicto armado que afecta a Somalia.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha estado distribuyendo alimentos a más de 162.000 personas en regiones afectadas por la sequía y la violencia armada en el centro y sur de Somalia. Ha sido la primera distribución a gran escala que se hacía en esta zona del país desde el comienzo de 2011. En total, se van a distribuir 3.000 toneladas de alimentos, incluyendo arroz, aceite y judías, para asistir a esa población durante un mes.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) ha respondido a la sequía proporcionando cuidados médicos, alimentos y agua y apoyando las actividades de la Cruz Roja y Media Luna Roja de la región enfocadas a reducir el riesgo de sus efectos en las comunidades. Además, están trabajando en proyectos de reducción del riesgo de sequía sobre todo en zonas áridas y semiáridas. Dichos proyectos tienen por objetivo construir la resiliencia y resistencia de las comunidades vulnerables a los efectos de la sequía, reforzar los sistemas de alerta temprana y ampliar los conocimientos para saber detectar riesgos y responder a los mismos.
Desde el Movimiento Internacional de sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se aboga por un enfoque a largo plazo, aprendiendo de las lecciones de la respuesta a sequías pasadas, construyendo capacidad de resistencia en las comunidades y adoptando enfoques innovadores para garantizar la seguridad alimentaria y de agua, la adaptación de los medios de vida y los problemas sociales.