En los departamentos de Cochabamba, Potosí, La Paz, Beni y Santa Cruz, las inundaciones y deslizamientos de tierras han destruido cosechas, dañado viviendas y cortado carreteras. Además, se han registrado brotes de dengue.
Según cifras oficiales proporcionadas por las autoridades de protección civil y organismos de las Naciones Unidas, desde que comenzara la temporada de lluvias en diciembre de 2006 se han visto afectadas más de 35.000 familias. 30 personas han muerto y dos siguen desaparecidas. Hasta la fecha, los daños en el sector agrario ascienden a 18 millones de dólares EE. UU., y 115.000 hectáreas han resultado completamente inundadas. El Gobierno ha solicitado ayuda a la comunidad internacional para hacer frente a la crisis.