Las peores inundaciones que han sacudido a Pakistán desde 1929 han dejado más de 1.000 muertos y unos 2,5 millones de personas afectadas. Se estima que 2 millones de personas necesitan ayuda de emergencia. En la provincia más afectada de Khyber Pakhtoonkhwa (KPK), el gobierno provincial pone ahora el número de muertos en más de 1.000, y 100 personas siguen desaparecidas. Las cifras reales podrían ser mayores ya que hay áreas donde las redes de comunicación todavía están interrumpidas. Las evaluaciones iniciales indican que Charsadda, Nowshera y Swat se encuentran entre los distritos más afectados. Otras zonas muy afectadas, como el Bajo y el Alto Dir, siguen inaccesibles a los agentes humanitarios. En las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA), se han reportado 28 muertes. Partes de la autopista del Karakurram han sido destruidas, cortando la región de Gilgit Baltistán del resto del país. En Jammu y Cachemira, deslizamientos de tierra e inundaciones han matado a unas 39 personas en los distritos de Muzaffarabad y Neelam. En Beluchistán y el Punjab, alrededor de 10.000 familias siguen afectadas por las inundaciones que comenzaron el 22 de julio.
Una masiva operación de rescate y operaciones de socorro ha tenido lugar en las zonas afectadas. El Ejército de Pakistán ha movilizado unos 30.000 efectivos, equipos médicos, barcos y decenas de helicópteros para las tareas de socorro. La Agencia Nacional de Gestión de Desastres ha distribuido sus propias existencias de socorro, y ha pedido ayuda a los organismos humanitarios internacionales para hacer frente a las nuevas necesidades.
Las lluvias han parado, pero el departamento meteorológico de Pakistán ha pronosticado más lluvias. Se prevé que afecte las regiones de Sindh y Punjab. Al mismo tiempo, estas áreas esperar ver un aumento en los niveles del río, ya que las precipitaciones recibidas en KPK se desplazan hacia el sur. La evacuación de personas de las zonas de riesgo ya ha comenzado
