Desde el año 2005 formando grupo con dos amigas inseparables (Alfonsa y Mª Prado), y colaboramos en el programa de Mayores dentro del proyecto de Teleasistencia Domiciliaria. Para mi ser voluntaria es “Escuchar de corazón”, de tal manera que la persona a la cual vamos a visitar se sienta en confianza, ya que la mayor parte del día se encuentran solos por el cambio tan vertiginoso que ha dado la sociedad, donde la mayoría de los familiares tienen que trabajar. Entonces nosotros, los voluntarios, les hacemos pasar un ratito agradable, pues les encanta hablar y “que les escuchen”. Ellos son muy agradecidos, y nosotras también salimos contentas de nuestro labor. Cuando nos despedimos siempre nos piden un beso. Para mi ser voluntaria es estar siempre cerca de los que me necesitan y de los que sufren siempre que puedo.