En un lugar del mundo. Estaba bien en mí país, trabajaba en una fábrica donde se hacían telas y yo manejaba una máquina. Me llevaba bien con mis compañeros pero lo que ganaba no me alcanzaba ya que tenía a una niña y vivía con mi madre y mis dos hermanos a los cuales tenía que ayudar. Un día se me paso por la cabeza que para progresar tenía que emigrar. Mi tía hacía un año que había venido a España y le dije que por favor me ayudara a unirme con ella, cuando ella me dijo que todo sería fácil empecé a pensar cual sería mi objetivo. Pensé: estaré solo un año, trabajando duro, mandare dinero para comprar una casa, ayudar a mi familia y para un negocio (que ilusa). Llegó la despedida, fue un dolor muy extraño porque no llore todo lo que tenía que llorar, también tenía muchas ganas de venirme, me dio mucha tristeza dejar a mi familia y lo más importante a mi niña Laura. Llegue el 21 de octubre de 2001 a España, mi tía me esperaba en el aeropuerto, muy contenta de que yo estuviera aquí con ella, pero yo estaba con una sensación muy rara. Llegamos a Plasencia (Cáceres)  dos horas y algo después me instalé y luego fui a llamar a mi familia para que supiera que gracias a Dios todo había salido bien. Ese fue el momento en el que me di cuenta que realmente sola, lloraba y no podía parar, sentía un gran vacío que nadie podía llenar. Tarde mucho en acostumbrarme a estar prácticamente sola. Pasaron 10 días y gracias a Dios empecé a trabajar , al cabo de dos años y medio más o menos pude mandar para comprar mi casita en Colombia, he trabajado mucho  pero también he sufrido mucho  por ser inmigrante y más por ser Colombiana muchas gente nos juzga sin habernos conocido (qué lastima). Conocí a un chico ecuatoriano y en el 2005 tuvimos un hijo al que llamamos Kevin, me sentía feliz aunque no completamente por toda la gente que me falta, pero ya no me sentía sola. Viví 6 años en Plasencia y hace un año que vivo en Talavera, mi marido está trabajando actualmente en lo que le resulta, a mi me aceptaron en el curso del SARA en el cual me sentí escuchada y me ha servido para sentirme con muchas ganas de vivir. He ido dos veces de vacaciones a mi lindo país y lo he pasado increíble mi niña está muy grande y muy inteligente aunque las despedidas cada vez son más desgarradoras. Vine por un año y llevo 7 en España, todavía me faltan algunos objetivos por cumplir, estoy luchando por ellos, el día que me canse de luchar  por cumplirlos volveré a mi país. Lo único que se es que la inmigración es muy dura., solo espero que cada persona sea feliz y pueda vivir en el país que vio nacer.