La Comisión Europea ha designado 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, con el fin de reforzar el compromiso de la UE, contenido en la Estrategia de Lisboa, de lograr "un impacto decisivo en la erradicación de la pobreza".

El objetivo global que se busca es dar protagonismo a la agenda de la UE en lo que respecta a aumentar la movilización pública acerca de las consecuencias de la pobreza, así como demostrar el beneficio que supone la participación de todos para enfrentarse a sus raíces.

La Comisión propone centrar las actividades relacionadas con la conmemoración de ese Año con la pobreza infantil y la transmisión generacional de la pobreza; fomentar un mercado laboral inclusivo; mostrar las diferencias existentes en el acceso a la educación y la formación, incluyendo la educación digital; así como la relación entre el género de las personas y la pobreza.  

Se considera que el Año Europeo dedicado a la pobreza debería tener un impacto de capital importancia en este momento de crisis económica y financiera internacional, que podría tener consecuencias a largo plazo para el crecimiento y el empleo en la UE, siendo las personas vulnerables las que, sin duda, pueden sufrir más.

Alrededor de 78 millones de ciudadanos de la UE, un 16 % de su población, viven actualmente en situación de riesgo de pobreza, lo que incluye a aquéllas que viven con un ingreso inferior al 60% de la renta media de los hogares de cada país miembro.