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"La vi por primera vez en Quíos,

después la encontré en una foto de Skaramagas,

y está viva"

 

Recuerdo muy bien el día que la conocí en agosto de 2016. Yo estaba de voluntaria con una ONG y habíamos ido con la ambulancia a un campo de refugiados improvisado, que era un espacio lleno de tiendas de loneta sobre tierra. No había ninguna infraestructura, fue algo que se montó de forma espontánea en Quíos cuando los campos de refugiados comenzaron a desbordarse con personas que venían en balsa desde Turquía.

 

Acudimos a una asistencia médica, y nos encontramos a la hija de Imen, quien nos llevó de la mano hasta una tienda oscura hecha de loneta y tres palos. Allí yacía tumbada Inem, tenía mucha tos.

 

Lo que nos llamó la atención al equipo sanitario fue el deterioro de su estado de salud. Después de una valoración hablamos con la paciente y su hija, y les explicamos que lo conveniente era ingresarla en el hospital para hacerle pruebas y que recibiera un tratamiento. Al parecer, la paciente llevaba en un estado similar varios días y, como ese "campo" no estaba custodiado ni legislado por nadie no habían recibido ninguna atención. Permaneció ingresada varios días. Tras su alta hospitalaria la vimos varias veces y ella y su familia nos saludaban con cariño.

 

La verdad es que fue muy ilusionante verla mejor fuera de la tienda y caminando. La semana pasada, estuve dos días trabajando en la clínica gestionada por Cruz Roja, en otro campo de Atenas. La vi de lejos y me quedé pensativa, sabía que la conocía y no sabía de qué. Luego, cuando vi esta foto dije: "mira, ahí está otra vez, viva y entera, casi un año después". Nada es casualidad.

 

Isabel Erquiaga. Médica de Cruz Roja. Campo