Calor para las frías noches sin techo
22-11-2016

El voluntariado de nuestra Unidad de Emergencia Social (UES) reparte desde hace ya días, y durante las próximas semanas, entre las personas sin hogar de la ciudad sacos de dormir y ropa de abrigo que les permita protegerse ante la llegada del frío.

 

Y es que, "si durante todo el año resulta muy duro no tener un techo bajo el que cobijarse, en esta época del año el descenso de las temperaturas hace especialmente difíciles las condiciones de vida de este colectivo", recuerda Beatriz Arce, responsable técnica de la Unidad de Emergencia Social (UES) de la institución humanitaria.

 

 

 

 

Dicho  dispositivo, conformado íntegramente por voluntariado, recorre tres noches a la semana las calles de la capital para ofrecer a la población `sin  techo¿ comida y bebida reparadora y apoyo humano.

 

Además de ello, este recurso ¿financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad- sirve de enlace para intentar, en la medida de lo posible, integrar al colectivo de personas sin hogar en la red de asistencia normalizada, con objeto de promover de este modo su inclusión en la sociedad.

 

En estos últimos días, el voluntariado de Cruz Roja ha atendido en cada una de sus salidas a más de 70 ciudadanos que viven en la calle. Y en lo que va de año la cifra se acerca ya al medio millar de personas, contando eso sí con las atenciones que realiza la entidad en otros puntos de la provincia como Puente Genil, Baena, Priego de Córdoba, Rute, Palma del Río o Lucena.

 

El perfil habitual de la persona que duerme en la calle en Córdoba ha variado mucho en los seis años que lleva en funcionamiento esta iniciativa; ahora en torno al 85 por ciento de los indigentes que reciben el apoyo de la institución humanitaria son cordobeses y cordobesas a los que la crisis, la falta de una red de apoyo y otras circunstancias han conducido a esta situación de extrema vulnerabilidad.

 

Personas en su mayoría con edades comprendidas entre los 30 y 50 años y que, en un buen número de casos, tienen problemas de salud mental añadidos.

 

La Unidad de Emergencia Social es una más de las diversas iniciativas puestas en marcha por la organización para dar respuesta a las nuevas necesidades y nuevos perfiles de solicitantes de ayuda derivados de la crisis económica.

 

A día de hoy, son alrededor de 70 las personas que participan como voluntarias en este proyecto, que se realiza en coordinación con el resto de entidades que conforman la Red CO-HABITA de atención a personas sin hogar, de la que también forman parte Adeat, Fundación Prolibertas, Cáritas, Cruz Roja y el propio Ayuntamiento de Córdoba.