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Una vida a prueba de tempestades
Miguel Domingo García.
Delegado de Comunicación de Cruz Roja Española
Para llegar a la casa que construye Arlene, con apoyo de Cruz Roja Española, es necesario andar medio kilómetro a pie, cruzar un río en balsa de bambú, atravesar varios campos de arroz, subir empinados y resbaladizos caminos, hasta alcanzar lo más alto de una ladera.
Arlene vive en Dit-Ana, un recóndito “barangay”, como son conocidas en Filipinas las distintas aldeas en que se dividen las ciudades. Algo parecido a una pedanía. En este caso, Dit-Ana forma parte de la ciudad de Madalag, como decíamos, en Aklan. Esta provincia fue una de las afectadas por el tifón Haiyan, que la cruzó de punta a punta en noviembre de 2013. Especialmente devastadoras fueron las consecuencias en las zonas de montaña, como en Dit-Ana, donde las casas no tienen fuertes cimientos y las familias que viven en ellas apenas tienen recursos. El difícil acceso a estos “barangays” ha provocado, además, que a muchos apenas llegue ayuda. De hecho, en Dit-Ana, Cruz Roja Filipinas y Cruz Roja Española son las únicas organizaciones humanitarias que están desarrollando proyectos de recuperación: tanto con la construcción y reparación de viviendas, como en el apoyo a quienes perdieron sus medios de trabajo.
La vida de Arlene Gregorio, con 32 años y dos hijos, está marcada por la violencia machista y por aquel tifón. De la primera catástrofe, criminal, Arlene aún es incapaz de hablar, si no es leyendo sus propias palabras escritas en un papel. La segunda catástrofe, provocada por Yolanda (como fue bautizado el huracán Haiyan en Filipinas), arrasó su anterior vivienda, obligándole a buscar cobijo en una especie de cueva, formada por un saliente de tierra en una ladera.
Agazapados en aquel refugio, húmedo y sucio, se cobijó de las lluvias noviembre durante las dos primeras semanas, hasta que su madre logró levantar algo parecido a un techo y cuatro paredes con los restos de madera del hogar familiar. Con el apoyo económico de Cruz Roja Filipinas y Cruz Roja Española, Arlene ha comenzado a construir su propia vivienda, y con ella, una nueva etapa capaz de soportar cualquier tempestad.
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