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Reflexión sobre nuestros roles

 

 

Begoña Aricha Esteve como profesional con amplia experiencia en el tema y referente del Multicanal SercuidadorA en Creu Roja Catalunya, inaugura nuestro blog:

Si alguna vez reflexionamos sobre nuestros roles en la vida, solemos mostrar con orgullo el de madre/padre, hija/o, hermana/o, abuela/o pero nunca pensamos que en algunos casos el paso del tiempo también nos depara el de cuidadora o cuidador.

 

Nos convertimos en cuidadora o cuidador casi sin darnos cuenta, poco a poco, sin apenas tener tiempo de pensar en ello. Un día despertamos, y nos percatamos que gran parte de nuestra vida esta entregada al cuidado y atención de otra persona: nuestra pareja, nuestros padres, y en algún caso, a esa hija o hijo que la vida ha puesto a prueba.

 

Cuidar es un acto de generosidad, de amor, de compromiso, incluso de convicción, pero en ocasiones, también lo es de soledad, de sufrimiento, de falta de apoyo, de pérdida hasta llegar al punto de no saber cómo continuar.

 

Más allá de las diferencias que pueden existir entre las personas cuidadoras, un rasgo común es esa reacción de impotencia contra una realidad difícil de cambiar. La poca implicación de la familia y la falta de reconocimiento de la sociedad hacen que la figura de la persona cuidadora no sea reconocida, ni mínimamente visibilizada, produciéndole desconcierto e incerteza ante esta falta de apoyo.

 

Frente esta situación aparece la complejidad emocional, los cambios en las relaciones personales, la perdida de contacto, la falta de confianza, y los sentimientos de culpa. El equilibrio entre la salud física, emocional y social se ve alterado y surge el llamado burnout o síndrome del cuidador quemado.

 

Como cuidadoras y cuidadores debemos reflexionar, empoderarnos; hacernos visibles, mostrar nuestra realidad; ser capaces de pedir ayuda y de delegar. Tomar conciencia de la importancia de nuestro autocuidado que es tan importante como los cuidados que nuestro familiar necesita.

 

Es conveniente adoptar una actitud activa en nuestro rol como persona cuidadora. Formarnos, buscar información, participar en charlas, en grupos de apoyo y capacitarnos como cuidadores para poder adaptarnos mejor a esta situación.

 

Os animo a iniciaros en este camino, a que instauréis hábitos saludables en vuestro día a día y a que expreséis vuestras emociones, fijéis límites y que os reservéis un espacio para vuestro cuidado. En definitiva, que favorezcáis vuestro propio AUTOCUIDADO.

 

Por Begoña Aricha Esteve, Creu Roja Catalunya

 

Comentarios
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Rafa
Muy interesante. Gracias por este tipo de aportes
Publicado el día 6/04/18 12:28.
Gracias a tí Rafa por tu comentario.
Publicado el día 29/06/18 8:09 en respuesta a Rafa.
A

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