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Con el objetivo de concretar el compromiso del voluntariado con la Institución y de la Institución con el voluntariado, es necesario desarrollar herramientas de gestión que lo determinen y desarrollen. En este sentido es recomendable la utilización del compromiso de permanencia y actividad voluntaria, que permite enlazar las necesidades de cobertura de las actividades con las preferencias del voluntariado y fomentar el sentido de responsabilidad individual y grupal, potenciando unos mínimos de actividad (ejemplo: 3 horas semanales de dedicación mínima durante un año) adecuados a las características personales del voluntariado y al funcionamiento de cada asamblea territorial. La utilización de este compromiso, no obstante, debe dimensionarse en función del volumen de cada asamblea y del número de voluntarios activos en los diferentes programas.
Además, en sí mismo, el compromiso de permanencia y actividad voluntaria es un refuerzo, un complemento, y no una sustitución, del compromiso formal adquirido por el voluntariado mediante su afiliación a la organización (formalización de la ficha de inscripción en la fase de acogida y orientación del proceso de incorporación). La firma del compromiso por parte del voluntariado y de los referentes institucionales responsables de su actividad, supone asumir una responsabilidad común: del voluntariado, para la participación en la actividad y en la Institución, y de la Institución, para garantizar el cumplimiento de los derechos y deberes del voluntariado y los espacios necesarios que faciliten dicha participación y el desarrollo de la vida asociativa en Cruz Roja. El compromiso de permanencia y actividad voluntaria es el acuerdo que suscriben, por un lado, el responsable del programa de acción voluntaria y, por otro, el propio interesado en participar como voluntario en un proyecto determinado. Con este acuerdo se establecen y definen los siguientes aspectos: ![]() La firma de este documento supone la expresión del carácter formal del compromiso, que se adopta voluntariamente con la Institución y deriva de la observación de la Carta de derechos y deberes del voluntario de Cruz Roja, en especial en lo referente a la información, a la participación en la actividad y a la pertenencia a la organización.
La formalización del compromiso, es decir, la firma del documento de Compromiso de permanencia y actividad voluntaria, se debe producir después de haber garantizado al futuro voluntario o voluntaria el derecho-deber a la información mediante el proceso previo a la incorporación como miembro de Cruz Roja (haber sido atendido por el Servicio de Información y Captación, haber realizado la Formación Básica Institucional y haberse incorporado a un proyecto/grupo de actividad, en el territorio de referencia). El Departamento de Voluntariado de la asamblea territorial correspondiente, una vez ha llevado a cabo el proceso de orientación con la persona interesada y la ha dado de alta como miembro activo de la Institución, pondrá en contacto a esa persona con el responsable del programa donde en un principio se ha acordado que va a participar. Así pues, la formalización del compromiso de permanencia y actividad voluntaria se va a producir por parte de la persona interesada y del responsable del programa de acción voluntaria (responsable de grupo, director de voluntariado, responsable de un proyecto o programa de intervención, etc.).
Al tratarse de un documento que firma el voluntario y que los acuerdos comprometen a las dos partes, debemos recordar que el voluntario deberá quedarse una copia del compromiso firmado. |