Las lluvias torrenciales caídas desde el pasado mes de diciembre en Bolivia han ocasionado graves inundaciones en ocho de los nueve departamentos del país (excepto Pando), afectando a más de 350.000 personas. Por estos motivos, el Gobierno boliviano ha decretado el estado de emergencia y ha solicitado asistencia a la comunidad internacional.

Las inundaciones han provocado además pérdidas en el sector agrícola por encima de los 18 millones de dólares por lo que, según las instituciones humanitarias, es prioritario reforzar las intervenciones de socorro y recuperación a través de la distribución de alimentos y herramientas para que los agricultores puedan volver a ocuparse de sus cultivos.

Para hacer frente a esta situación, la Cruz Roja y la Media Luna Roja han puesto en marcha una vasta operación humanitaria, en coordinación con las autoridades locales y nacionales del país. En este sentido, Cruz Roja Española, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), está apoyando a la Cruz Roja Boliviana para la compra de aperos agrícolas (palas, picos, azadas y machetes) y alimentos (arroz, azúcar, pasta, harina, sal, café y aceite) en el departamento de Beni.

La situación de las decenas de miles de personas afectadas por las inundaciones podría agravarse aún más en las próximas semanas ya que, según las previsiones meteorológicas, seguirá lloviendo hasta finales del próximo mes de marzo: “Con ello, más familias se verán afectadas por inundaciones, deslizamientos de tierra y epidemias”, según recalca el doctor Abel Peña y Lillo, Presidente de la Cruz Roja Boliviana.