El 12 de mayo de 2008 un terremoto de 8 grados en la escala de Richter devastó China sudoccidental, dejando 87.000 muertos y más de 5 millones de personas sin techo.
Por estos motivos, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja puso en marcha una amplia campaña humanitaria dirigida, en un primer momento, a atender las necesidades inmediatas de los damnificados.
Cruz Roja Española participó activamente en esta intervención desplegando una Unidad de Respuesta ante Emergencias (ERU, en sus siglas en inglés) de Agua y Saneamiento. Esta Unidad, integrada por siete personas, permitió abastecer de agua potable a cerca de 15.000 personas en los municipios de Jiulong y Zun Dao, reduciendo con ello el riesgo de contraer enfermedades por consumir agua contaminada o por no poder tener hábitos higiénicos apropiados. La ERU de Agua y Saneamiento estableció 25 pntos de distribución de agua y produjo, en total, 4.000 metros cúbicos.
La ERU de Agua, compuesta por cinco plantas potabilizadoras móviles sobre remolque, accesorios, tiendas para el establecimiento de un campamento, duchas, aseos, vehículo 4x4 y estación de radio, fue finalmente donada a la Cruz Roja China para su aprovechamiento ante futuros desastres.
Un año después del desastre, superada la fase de emergencia, la Federación Internacional y otros donantes han invertido más de 475 millones de euros en labores de socorro y recuperación, que incluyen la construcción de más de 15.000 viviendas, 660 escuelas y más de 2.000 clínicas y hospitales.
Está previsto que los esfuerzos de reconstrucción y los programas integrados de base comunitaria, incluyendo programas de generación de ingresos, prosigan en la zona afectada por el seísmo hasta diciembre de 2010.