Cruz Roja ha atendido a más de 80.000 personas proporcionándoles ayuda de emergencia para cubrir sus necesidades básicas
El pasado miércoles 15 de agosto de 2007, un terremoto de 7.9 grados de magnitud en la escala Richter sacudió Perú, causando serios daños en la región de Ica y en la provincia de Huarochiri, en la región de Lima. En la capital y otras ciudades de los alrededores cercanas al epicentro, cientos de personas se lanzaron a la calle tras los temblores que sacudieron edificios públicos y viviendas particulares.
Según reportes oficiales del Sistema de Defensa Civil, el terremoto ha dejado 519 muertos, 1,366 heridos, 71,322 familias damnificadas, y 100 centros de atención en salud y 502 centros educativos afectados o destruidos. En la ciudad de Pisco, con una población de aproximadamente 54.000 personas, el 80% de sus infraestructuras fueron dañadas o destruidas.
Casi un mes después del terremoto Cruz Roja ha atendido a más de 80.000 personas proporcionándoles ayuda de emergencia para cubrir sus necesidades básicas. • La organización humanitaria centra su acción en la zona de Pisco, Chincha e Ica.
• Más de 600 personas, en su mayoría niños, han recibido ya atención psicosocial por parte de CRE.
• CRE tiene desplazados a 8 delegados.
• CRE centra su trabajo en cuatro áreas:
1. Atención básica de salud (A través de equipos médicos y personal sanitario que visitan in situ las comunidades)
2. Distribución de materiales de ayuda humanitaria
3. Potabilización de agua
4. Atención psicosocial.
La ayuda humanitaria consiste en mantas, kits de higiene, kits de cocina, toldos plásticos y depósitos de agua potable. Las potabilizadoras, cinco, producen y almacenan 40.000 litros de agua al día.
Además, Cruz Roja Española hizo efectivos también en los primeros días dos envíos con 42 toneladas de ayuda humanitaria en sendos aviones fletados por al Agencia Española de Cooperación, del Ministerio de Asuntos Exteriores.
En estos momentos, cuatro semanas después de la tragedia, las labores, en las que colaboran activamente los voluntarios peruanos, se centran en programas de rehabilitación. Para ello se ha adquirido material para el desescombro y se ha llevado a cabo la construcción de alojamientos temporales, hasta que se inicien las tareas de reconstrucción. Cruz Roja Española ha diseñado una cartera de proyectos para llevar a cabo en esta operación. En este propósito cuenta con el apoyo de un buen número de administraciones locales y autonómicas, y de la Oficina Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO).
Aportación ciudadana: la respuesta solidaria de los ciudadanos ha sobrepasado el millón de euros.
