Según los informes de la Media Luna Roja Palestina, desde que el pasado 27 de diciembre el ejército Israelí inició un ataque aéreo en la Franja de Gaza, 628 personas han perdido la vida y más de 2.800 han resultado heridas. Se estima que el 20% de los muertos y el 40% de los heridos son mujeres y niños. Se prevé que estas cifras aumenten lo que ejercerá una presión aún más intensa sobre las instalaciones y el personal sanitario. Según el CICR y la MLRP, la situación en los hospitales, ya de por sí en condiciones críticas debido a 18 meses de bloqueo, es desesperada y los suministros médicos esenciales son cada vez más limitados.
Además de la falta de suministros básicos, muchas ciudades no tienen electricidad y la disponibilidad de agua suscita creciente preocupación. 10 de los 45 pozos en la ciudad no están funcionando debido al corte en el suministro de electricidad, dos pozos han sido dañados por los bombardeos y el resto de los pozos dejarán de funcionar a los próximos dos - tres días si no se dispone de combustible. El desabastecimiento podría dejar sin agua potable a medio millón de personas.
Alrededor de 1,4 millones de personas se encuentran afectadas por esta situación.