Con la asistencia de Jefes de Estado y a Jefes de Gobierno, altos representantes de los Organismos Internacionales, así como a las principales Organizaciones Internacionales de carácter humanitario ha de servir para establecer un consenso internacional que evite el aumento de la pobreza y el hambre.

     La Cruz Roja y la Media Luna Roja como parte de la más extensa red de voluntariado social del mundo y que trabaja por reducir día a día la vulnerabilidad de las personas, mira con preocupación que millones de personas estén de nuevo en riesgo vital por causas económicas u otras causas evitables.

    Los precios de los productos agrícolas han conocido desde el año 2006, un aumento sin precedentes que ha llevado a las personas más pobres de los países emergentes a una autentica quiebra en sus economías que esta provocando hambre y desnutrición en millones de familias. Esta situación que pone en riesgo la vida de las personas, especialmente de las nutricionalmente vulnerables: la infancia, las mujeres embarazadas, las personas ancianas y las personas enfermas.

    Las personas con menos ingresos se ven obligadas, en situaciones de normalidad, a destinar la mayor parte de los mismos (70-80 %) a la compra de alimentos esenciales. En la actualidad este porcentaje ha subido hasta  crear situaciones de grave inseguridad alimentaria  y malnutrición a la par que los hogares desfavorecidos se ven obligados a comprometer la atención sanitaria, la educación y otros gastos no alimentarios.

    No existe una causa única, sino un compendio de ellas que han confluido en los últimos años:La  practica desaparición de la agricultura de subsistencia, minifundios y pequeños agricultores como consecuencia de la falta de ayudas para la producción y el comercio a pequeña escala ;Descensos de producción agrícola (especialmente cereales) relacionados con el clima en países como Australia y Canadá; Descenso de las reservas de alimentos (especialmente cereal) desde mediados de los 90, por el elevado coste del almacenamiento de productos perecederos; El aumento en la demanda de algunos productos agrícolas (azúcar, maíz, semillas oleaginosas...) para su uso como biocombustible; El encarecimiento de petróleo; Fluctuaciones de los tipos de cambio: los precios de las exportaciones agrícolas se negocian en el mercado de futuros; Cambios en los patrones de alimentación de parte de la población mundial.

    Esta es una oportunidad histórica para adoptar políticas y estrategias necesarias para lograr la seguridad alimentaria mundial, es necesario cambiar algunas de las reglas de juego que contribuyen a esta situación  Una inversión combinada en desarrollo rural y agrícola, y agrícola destinada a mejorar el acceso a los alimentos de las poblaciones mas necesitadas al modo de las medidas ya propuestas en El Programa de Lucha contra el Hambre de la FAO presentado en el año 2002 en la Cumbre Mundial sobre Alimentación