Hoy en día podemos observar como gran parte de nuestra sociedad y en particular las mujeres mayores, han estado toda su vida pendiente de los demás dejando de lado sus inquietudes, interés o cuidados, no prestando atención a sus necesidades, minimizando sus logros e ignorando todo lo que han ido consiguiente a lo largo de sus vidas. Esta actitud ante la vida, de cuidar sin ser cuidadas, de priorizar sin ser prioridad o incluso de tener en cuenta sin tenerse en cuenta, repercute en la mirada que se tiene hacia uno/a mismo/a y, por consiguiente, puede llegar a influir en el amor propio, impidiendo la toma de consciencia de que cada persona es única, irrepetible y especial.
 
Lo anteriormente mencionado, puede dar lugar a un mal afrontamiento de la soledad, por presentar dificultades a la hora de relacionarse y por contribuir a una peor calidad de vida, durante el proceso de envejecimiento. Este taller se pensó para llevarlo a cabo con un grupo de mujeres mayores de 65 años, de la Asociación de viudas “Nuestra Señora de la Esperanza”, que presentaban, problemas de autoestima, escasas redes apoyo y soledad no deseada. Soledad, que se ha podido ir gestando con la llegada de diferentes pérdidas a sus vidas, asociadas a la edad adulta mayor, como pueden ser, la salida de los hijos/as del hogar, fallecimientos de seres queridos, incluido el de la pareja, problemas de salud y autonomía propios o del cónyuge, jubilación, etc.
 
"El amor de mi vida soy yo", es un taller que promueve el autoconocimiento, a través de un viaje interior que ayuda a conectar con lo que somos.
 

• Reflexionar sobre ellas mismas aceptándose tal y como son.
• Aceptar sus cualidades, logros, valores y en general su vida, para así reforzar su amor propio.
• Conocer qué aspectos fundamentales componen el amor propio para comprender las distintas perspectivas que tienen.
• Mejorar las relaciones sociales de las personas mayores con su entorno cercano.
• Crear y mantener vínculos afectivos entre las personas participantes.

Partiendo de la historia personal de cada participante, se hace un recorrido por las vivencias y experiencias de vida que han ido teniendo y que han ido configurando su madurez, en el momento presente. Querernos tal y como somos, conociéndonos y aceptando nuestra historia, ayuda a tener una buena autoestima, que es fundamental para sentir la propia valía, disfrutar de la vida y sentirse en plenitud y armonía con uno/a mismo/a. El autoconcepto y la autoestima aparecen como componentes psicológicos fundamentales de la calidad de vida durante la adultez mayor, y se ven reforzados por el apoyo social. Por ello, este tipo de actividades contribuyen a fortalecer las redes de apoyo, creando vínculos de confianza con las personas que comparten estos espacios, donde pueden sentirse seguras y acompañadas, como parte importante de un grupo. Todo esto suma al bienestar personal y amplifica el amor y la compresión hacia uno/a mismo/a y, por ende, hacía los demás.

El taller, permite transitar por el camino de la vida de forma consciente y busca dejar plasmado cada sentir, en una carta que se escribe en primera persona, con mucho mimo y cariño. Está carta, llegará a los pocos días a sus casas, para que puedan leerse en un primer momento, y después, darles la oportunidad de compartir cada experiencia, en un nuevo encuentro con el grupo, afianzando así la cohesión grupal y el autoconocimiento y autocuidado personal.

El taller se estructura en dos partes:

Primera parte:

1. Se presenta un índice en él que se expone los distintos puntos que van a componer el taller para poder ver la estructura de la sesión.
2. Se realiza un pre test, antes de iniciar la sesión, como herramienta de evaluación, para poder medir, una vez finalizado, si se han conseguido los objetivos propuestos por la actividad.
3. Para captar la atención de las usuarias se comenzará con un vídeo en el que se relata el cuento de las dos vasijas. Una de ellas está rota y lo que se intenta hacer ver es que a pesar de que no es perfecta es única, especial y esto lo podemos llevar a nuestras vidas que somos más importantes de lo que pensamos.
4. A continuación, se explicará qué es el amor propio y sus aspectos fundamentales. Se hará de una manera muy visual, resumida y aportando fotos.
5. Después de conocer un poco la parte teórica realizaremos una actividad llamada el árbol de la vida. En esta actividad, se le dará a cada usuaria una copia impresa de un árbol, en el cual tendrán que dividirlo en tres partes:
   • Copa del árbol: ahí pondremos nuestros logros.
   • Tronco del árbol: las cosas que no nos gusten de nosotras mismas.
   • Raíces: nuestras cualidades.
   Con esta actividad lo que se quiere conseguir es que cada una se conozca así misma, resaltar todo lo que han conseguido en la vida, sus cualidades y normalizar como son con el fin de aceptarse.
6. Con los adjetivos, logros y cualidades que han podido sacar y el conocimiento de sí mismas van a escribirse una carta resaltando y trabajando su amor propio. Se dan las gracias a ellas mismas de todo lo que han conseguido, a pesar de que en algunos momentos no haya sido fácil y de que, hayamos tenido que aceptar partes que nos definen que no nos agradan demasiado, pero que acogemos como aquellas que nos gustan, para poder modificarlas en la medida que se pueda o dejarlas como están.
7. Una vez escrita la carta, tienen que ponerla en un sobre, escribir su dirección, poner un sello y depositarla en el buzón correspondiente, para que, al cabo de los días, le llegue a casa y puedan leerla, disfrutarla y sentirse arropadas con las palabras que se dedican a ellas mismas, llenas de palabras sinceras y muy significativas.
8. Para finalizar el taller nos despediremos con:
   • Vídeo musical, en este caso de Rozalén que se titula “y busqué”, en el que se intenta ver que la respuesta la tenemos cada uno en nosotros/as mismos/as; eso es lo que se intenta con este taller, buscar en nuestro interior cómo somos.
   • Frase sobre el amor propio.

Segunda parte:

Una vez recibidas las cartas en sus domicilios, se convocará un segundo taller, en el que se volverán a reunir, para que puedan contar, aquello que sintieron cuando les llegó su carta y la leyeron. El objetivo, es que puedan compartir la experiencia y que transmitan si esa acción les produjo algún cambio en su autocuidado y en su forma de verse y tratarse. Por último, se les pasará un postest, para evaluar si tras la actividad ha mejorado su autoestima.

Aproximadamente 1 hora y media cada sesión.

Personas mayores

Voluntario/a monitor/a de talleres
Voluntario/a de acompañamiento

Local