HISTORIAS CRUZ ROJA

"Antes los niños se iban a la escuela sin desayunar"

“Antes nunca comíamos tomate, lechuga, pimiento, cebolla, coles, berenjena ni remolacha; estos cultivos necesitan mucha agua y esta zona es muy seca” comenta Felismina Lulu, orgullosa de ser la jefa de finanzas de esta machamba (huerta) colectiva que comparte con las compañeras del grupo de autoapoyo en su barrio de Chali, en Maputo, Mozambique, uno de los 15 países africanos donde se concentra especialmente la intervención de Cruz Roja. En estos grupos organizados por la institución se integran mujeres afectadas por el VIH/SIDA que, además de tratamiento retroviral, reciben ayudas para actividades agrícolas y pecuarias: aperos, capacitación y construcción de un sistema de riego con paneles solares y de dos aviarios: uno de gallinas ponederas y otro de gallinas de engorde. Con estos recursos, las mujeres pueden sacar a sus familias adelante y volver a hablar de futuro. Como Felismina Lulu, viuda de 47 años, con dos hijos y 5 nietos a su cargo, quien, con su enfermedad a cuestas, además de cumplir su función en la machamba comunitaria, saca tiempo y energía para cultivar otra huerta propia: –“Allí planto cultivos de secano: mandioca, maíz, cacahuete, sandía y calabaza; con esto, sumado al dinero de la venta de los huevos y las gallinas, ya podemos comprar arroz, aceite o cacahuetes cuando se acaban los de nuestra cosecha”–. Felismina está orgullosa y feliz porque, además de sentirse una persona útil, –“ahora en casa podemos hacer 3 comidas diarias; antes había días que hasta las 3h. no entraba nada de comida en casa y los niños se iban a la escuela sin desayunar. Ahora incluso podemos comprar cuadernos para los nietos.” |
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